DAVID HIDALGO JIMÉNEZ @DavidsCreator Redacción online

Hoy a Perú le toca llorar de alegría y ver a Brasil con la cabeza gacha. Seis años después de aquella hazaña de la Sub 17 de ‘Jota Jota’ Oré, nuestra selección vuelve a ver a Brasil irse derrotado. No solo eso, le golpeó el orgullo histórico quitándole el privilegio de ir a un mundial.

El partido que Perú jugó ante Brasil fue el mejor que realizó en el Sudamericano Sub 20, y no solo por el resultado de 2-0 ante un grande como la ‘canarinha’ y la consiguiente clasificación al hexagonal final. La selección que dirige Daniel Ahmed fue más de principio a fin.

A excepción de las dos ocasiones de gol que fallaron de entrada Edwin Gómez y Edison Flores, el accionar de la blanquirroja en todo el partido fue impecable: agresiva en ataque, ordenada en defensa, y con un Yordy Reyna irrespetuoso, rápido, y sereno para resolver bien de cara al gol ante un gigante comprometido en la tabla.

En general, el equipo respondió bien en todas sus zonas, y no se complicó más de la cuenta en defensa, como sí ocurrió en otros partidos. Esta vez alejó el peligro de primera, fuerte, con una zaga central nueva con Marcos Ortiz y Miguel Araujo, quienes rechazaron el balón lo más lejos de nuestro arco.

Diego Chávez reapareció en la zaga, pero por el sector izquierdo: mostró su temperamento sobre los atacantes brasileños y fue quien sacó el gran pase largo para la escapada letal de Yordy.

En la segunda parte fue vital el ingreso de Jean Deza, quien con su rapidez metió a Brasil en su cancha. El equipo auriverde también presionó, piso el área peruana reiteradas veces, pero ahí estuvieron los puños firmes de Ángelo Campos y los cruces solidarios de los jugadores que hoy vistieron completamente de rojo.

En una de esas descolgadas del atrevido Cristian Benavente salió la jugada de gol que comenzó con el disparo de Jean Deza que se estrelló en el parante. Luego vino el rebote que empujó muy bien Edison Flores. Así ganó Perú, siendo un equipo equilibrado, sólido en sus líneas, haciendo tacos y lujos que desesperaron a los brasileños. Así ganó Perú, en un partido en el que todos —incluyendo a los que ingresaron— fueron figuras y mostraron una gran personalidad. El mérito es de ellos y del comando técnico del argentino Daniel Ahmed. El próximo rival en el hexagonal: Uruguay.