ARTURO LEÓN @arturoleonf

Hoy no solo se trataba de conseguir los primeros tres puntos del hexagonal final. Se trataba también de ver cómo está el grupo, de cómo estos chicos se pueden reponer al difícil momento que uno de sus compañeros ha vivido en estos días, Max Barrios. Y hoy, luego de dejarse empatar a solo nueve minutos del final, el grupo está golpeado.

Al inicio, el encuentro se pareció al último que perdimos contra Uruguay: Perú manejaba en el balón en el mediocampo, lo cuidaba, lo llevaba de un lado a otro, pero sin profundidad. Sin los espacios para encontrar libre a Yordy Reyna o Benavente. Del otro lado, Paraguay llegaba de contragolpe y con peligro. De hecho, la selección se salvó en dos ocasiones en los primeros 20 minutos.

Fue ahí, cuando parecía que la defensa nacional se mostraba más dubitativa y nuestro ataque menos trascendente, que apareció un certero remate de cabeza a cargo Miguel Araujo para poner arriba a Perú en el marcador. El gol llegó luego de un tiro libre cobrado por Benavente. El balón fue al segundo palo y ahí lo encontró Edison Flores. Orejas la tiró al medio y Araujo la colocó al palo izquierdo de Morel.

Corrían 28 minutos del primer tiempo y la tónica del partido no cambió demasiado. Hinostroza, Flores y Guarderas aseguraban el pase. Cartagena hacía de tapón, y en ataque nuestras posibilidades pasaban por lo que podían hacer Gómez, con sus subidas por el lateral izquierdo, y Benavente. Sin embargo, nuestros mejores momentos llegaron por medio de la pelota parada.

Si la selección no selló el partido fue porque un cabezazo de Iván Bulos, que ingresó por Reyna, se estrelló en el travesaño. Antes la tuvo Cartagena, con un remate de testa que se fue cerca.

La segunda mitad sí fue distinta. No es que Paraguay haya mejorado su fútbol notablemente, pero en base a garra, fuerza y empuje, la selección guaraní encontró el empate. El gol fue como el de Perú: de pelota parada. De nuevo las desconcentraciones en los balones aéreos Bulos perdió a su marca nos vuelven a jugar en contra y nos complica el objetivo de clasificar al Mundial de Turquía.

Solo faltaban nueve minutos para conseguir los primeros tres puntos del hexagonal. De nuevo no se pudo. El equipo intenta jugar bien, compite, pero no logra concretar sus situaciones, justo cuando más lo necesitamos. El domingo toca Colombia. Después de ese partido sabremos para qué estamos.