Los 20 clubes de la liga inglesa rechazaron la propuesta realizada por la Asociación de Clubes Europeos para crear la Superliga europea, que podría reemplazar a la Champions League. (Foto: Reuters)
Los 20 clubes de la liga inglesa rechazaron la propuesta realizada por la Asociación de Clubes Europeos para crear la Superliga europea, que podría reemplazar a la Champions League. (Foto: Reuters)
Redacción DT

Por Eliezer Benedetti

Con la intención de generar mayores ingresos y tener el control de la competición, grandes clubes de Europa postularon la idea de una Superliga europea, la cual podría reemplazar a la Champions League. Así, en los últimos meses se mantuvieron conversaciones “secretas” entre la UEFA y la Asociación de Clubes Europeos (ECA, por sus siglas en inglés) para establecer las bases de este nuevo certamen. Sin embargo, cuando todo parecía encaminarse bien hacia el 2024, el proyecto sufrió un importante y primer golpe que algunos -o muchos- esperaban: la Premier League rechazó tal propuesta.

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Mediante un comunicado oficial, la Premier League y los 20 equipos que la conforman manifestaron su total rechazo a la Superliga europea, porque no lo consideran beneficioso. "Todos los clubes acordaron por unanimidad que la Superliga no es apropiada. No conviene que los organismos de fútbol europeo creen planes que alteren las estructuras, el calendario y la competitividad del juego nacional. Trabajemos juntos para proteger la Premier League", notificó la liga inglesa.

Asimismo, en el comunicado expresaron que su negativa no solo se debe en cuanto a lo futbolístico, sino además en lo cultural. "En Inglaterra, el fútbol juega un papel importante en nuestra cultura y en la vida cotidiana. Millones de seguidores asisten a partidos en todo el país, con lealtades y rivalidades locales que a menudo pasan de generación en generación", indican.


De esta manera, la viabilidad de dicha competición, que ha propagado gran controversia en el mundo del fútbol, se pone en peligro al no contar con la aprobación de la Premier League. Es así que muchos están de parte de la liga inglesa; mientras, otros consideran que es una buena oportunidad económica y competitiva para los grandes de Europa. No obstante, lo que está en duda ahora es si este proyecto podrá continuar a pesar de esta gran baja presentada.

-Más reacciones-

Siguiendo la misma línea de la Premier League, el presidente de La Liga española, Javier Tebas, volvió a insistir defendiendo a los torneos nacionales y aclaró que la Superliga será perjudicial para el fútbol. "Es importante que la liga inglesa de el paso público, porque ha dado un toque diferencial con mucho compromiso y este proyecto supone romper el fútbol nacional", dijo el español.

Asimismo, Tebas aclaró la postura que está tomando el torneo español frente a este proyecto de ECA. "La postura formal de La Liga es clara, aunque no se haya hecho una nota conjunta. Sabemos la postura de los clubes y quiénes están a favor o en contra, y como presidente no vamos a permitir que estos proyectos prosperen en Europa. Son perjudiciales para los propios clubes que pretenden organizarla y para la competición", expresa.

También se sumó a los reclamos el presidente de la Asociación Europea de Ligas Profesionales (EPFL), Lars-Christer Olsson, quien indicó que "salvaguardará y protegerá los campeonatos domésticos, los más importantes para los aficionados". Además, Olsson defendió la necesidad de luchar contra la creciente desigualdad en el fútbol europeo.

-Proyecto ambicioso-

No es novedad que el desarrollo económico en el fútbol ha ido en constante crecimiento a lo largo de los años. No obstante, esto ha causado que los clubes europeos sean más ambiciosos y no queden satisfechos con lo que reciben de las competiciones, especialmente, de la Champions League. Es así que dichos equipos van en busca de generar más ingresos; además de tomar el control de la competición, y ello lo intentarían a través de una vieja propuesta: esta Superliga europea.

Esta idea nació en los años 90’ y fue liderado por el Real Madrid, AC Milan y Bayern para cambiar el orden instaurado por la UEFA. Sin embargo, la respuesta solo fue en la alteración de la Champions League en cuanto al consecuente reparto de dinero a cada club. Es así que la UEFA ha podido frenar este proyecto.

Ello causó que en el 2008 se cree la Asociación de Clubes Europeos (ECA), por parte del G-18 (integrado por 18 grandes equipos de Europa). Así, estos clubes comenzaron a creer que no recibían el dinero y las prestaciones que merecen por parte de la UEFA; por ello, iniciaron una serie de reuniones desde el 2014 para reclamar todo ello.

Es así que la progresiva exigencia monetaria de los clubes y en la toma de decisiones ha hecho que la UEFA realice constantes cambios en la Champions League y en la Europa League, pero eso no los ha satisfecho del todo. Por eso, el proyecto de la Superliga europea ha prosperado en estos últimos años con miras a un nuevo modelo de fútbol que se puede implementar a un futuro no muy lejano.

Este atractivo torneo vería la luz en 2024 y seguiría un patrón parecido al de NFL o de la Euroliga de baloncesto, donde solo los más grandes y ricos clubes del viejo continente podrían competir. Además, la Superliga contaría con un sistema de promoción y descenso en el que participarían 32 equipos y descenderían cuatro por temporada. Siguiendo esa línea, habrá un incremento de partidos por equipo, pues disputarán 14 encuentros como mínimo.

Visto de esa manera, parece genial por el enorme nivel que podríamos presenciar los amantes del fútbol en esta Superliga de los mejores equipos de Europa. Sin embargo, esto supondría un arma de doble filo para los demás equipos y también para las ligas domésticas.

-Peligro-

La Superliga se jugaría los fines de semana para acaparar mayor audiencia y así generar más ingresos. Eso afectaría, directamente, a las Ligas nacionales. Los equipos más poderosos la darían mayor importancia a la Superliga y dejarían de lado las competiciones domésticas, lo cual supondría un descenso de calidad competitiva, pérdida de audiencia y de ganancias de marketing y derechos televisivos.

Asimismo, este peculiar torneo agrandaría la brecha y desigualdad entre los equipos “grandes” y “chicos”. Estos clubes no considerados tendrían menos elementos financieros y competitivos frente a la contraparte, e incluso podrían desaparecer por la falta de apoyo económico; mientras, los grandes equipos gozarían de un monopolio sin límites en el mercado de fichajes.

De esta manera, el certamen se presenta atractivo para una parte y, a la vez, perjudicial para la otra. Por el momento, una Liga (Premier League) ya presentó su posición frente a este proyecto que podría cambiar drásticamente el fútbol a futuro. Ahora, las demás deberán tomar cartas al asunto para poder alcanzar un consenso, donde se puedan beneficiar ambas partes. Claro está que el objetivo siempre debe ser que el fútbol crezca.

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