El mayor enemigo del auto eléctrico es su batería
El mayor enemigo del auto eléctrico es su batería
Juan  Saldarriaga

Camisea trajo la era del gas. Y ahora el gobierno vislumbra la era del vehículo eléctrico. La sobreoferta de generación de energía obliga a evaluar alternativas para aprovechar la capacidad de reserva paralizada que hoy pasa factura a los recibos de luz, debido a distorsiones en el mercado, como los subisidios que pagamos por el nodo energético y las energías renovables. ¿Cómo abaratar las tarifas?

Los expertos coinciden en señalar que la respuesta radica en estimular la demanda (de manera que se consuma el exceso de energía y se descargue dicho costo de los recibos de luz). Para ello proponen una serie de medidas, como exportar energía a los países vecinos, reactivar los grandes proyectos mineros e instalar plantas petroquímicas. Pero eso no sería todo.

Según el presidente , una alternativa factible es la masificación de los , propuesta lanzada en el Día de la Energía, que dejó boquiabiertos a muchos profesionales del sector hidrocarburos.

LA MOVILIDAD DEL FUTURO

“Puede parecer una locura, pero no lo es. Ya hicimos un pequeño cambio que permite que lleguen los vehículos híbridos (mitad eléctricos y mitad a combustión). Pero el auto puramente eléctrico tiene inmensas ventajas. Creo que ha llegado la hora de empezar a pensar en eso”, dijo el presidente.

Obviamente, sus palabras encontraron eco en el sector eléctrico. César Butrón, presidente del Coes (Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional), apuntó que el Gobierno debe masificar los vehículos eléctricos, en vez de alentar los vehículos a gas, aprovechando la notoria sobreoferta eléctrica, que se extendería hasta el 2028.

“El futuro es la movilidad eléctrica”, añadió Daniel Cámac, vicepresidente comercial de Engie, el generador de energía más grande del país.

La multinacional francesa ve, de hecho, una oportunidad de negocio en la conversión a energía eléctrica de los 1,5 millones de moto-taxis peruanos, que trabajan con combustibles fósiles. Según sus cálculos, esta transformación demandaría cerca de 200 MW. ¿Por qué es necesario empezar a ver esta opción, como apunta PPK?

¿UN MUNDO SIN PETRÓLEO?

La explicación, además del estímulo en la demanda de energía, es la contribución de los autos eléctricos a la reducción de los ruidos y polución urbana, beneficio al que se suma la mayor eficiencia de sus motores (el triple, respecto de los autos normales). Así lo entienden los grandes productores de automóviles, como Volvo.

En julio pasado, la firma sueca hizo noticia al declarar que todos sus nuevos vehículos serían parcial o completamente eléctricos desde el 2019. “Este anuncio marca el fin de los autos que solo utilizan combustión”, dijo Hakan Samuelsson, CEO de Volvo.

Siguiendo este ejemplo, la británica Jaguar anunció que no comercializará autos a combustión desde el 2020.

De esta manera, las dos firmas europeas se alinean a las políticas de Francia e Inglaterra, países que se han comprometido a prohibir la venta de autos a diésel y gasolina a partir del 2040.

Pero no son los únicos. Noruega se ha propuesto hacer lo mismo desde el 2025, mientras que la India se ha trazado ese objetivo desde el 2029. El mayor impulso vendrá, sin embargo, de China, país que planea incrementar su flota de vehículos eléctricos, de 649 mil en el 2016 a cinco millones para el 2020.

Según proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (IEA), el parque mundial de vehículos eléctricos podría incrementarse de 2 millones (último estimado) a 20 millones para el 2020 y a 150 millones para el 2035. Esto es, el 13,63% de los 1.100 millones de vehículos que circulan en el mundo. ¿Qué implicancias tiene esta trasformación para nuestro país?

ELECTROMOVILIDAD EN EL PERÚ

Según expertos consultados por Día1, el impacto inmediato en el mercado automotor local será mínimo, debido a que persiste la incertidumbre entre los importadores por el alto precio de los vehículos eléctricos y el hecho de que las recargas tienen que hacerse en los propios domicilios, debido a la ausencia de ‘electrolineras’ o grifos eléctricos, lo que reportaría facturas de luz más elevadas por el mayor consumo.

La virtual inexistencia de un parque local de vehículos eléctricos (se estima que habría entre 9 y 19 dispersos en Lima) obliga a pensar que su desarrollo será lento, de no mediar la voluntad política del Gobierno.

En ese sentido, lo señalado por el presidente Kuckzynski en el Día de la Energía anima al equipo de la Dirección General de Eficiencia Energética del MEM, que se encarga de desarrollar el primer proyecto integral de transporte terrestre eléctrico peruano: el Nama (Proyecto de Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación) transeléctrico.
Su objetivo es adelantar la gran transformación que ya ocurre en otros países.

“Nuestra meta es el transporte masivo formal. Y empezaremos con buses porque hay más incentivos del sector público y más disponibilidad de financiamiento internacional”, señaló en un reciente taller la geóloga Daniella Rough, coordinadora del proyecto.
La expectativa es que Lima cuente para los Juegos Panamericanos (2019) con más de 10 buses eléctricos, dos de los cuales arribarán el 2018.

La difusión masiva de esta tecnología tardará, empero, hasta el 2025, fecha en la cual se estima que los vehículos eléctricos serán más competitivos que los de combustión.

Hasta entonces, el equipo que desarrolla el Nama transeléctrico propone un marco de incentivos para facilitar su utilización. Estos serán discutidos a nivel de ministros (MEM, Minam, Produce, MTC y MEF) desde inicios del próximo año.

Con este impulso, se podría importar un número suficiente de vehículos que justifique la inversión en ‘electrolineras’. Si ello ocurre, estaríamos en capacidad de considerar, finalmente, que la era de los vehículos eléctricos está arribando.

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