La rebaja de la clasificación crediticia de Petro-Perú, de BBB- a BB+, por parte de Standard & Poor’s se da en un contexto de vulnerabilidad financiera de la compañía. Si bien al término del 2021 su utilidad neta alcanzó los US$106 millones -que representa una recuperación respecto a la pérdida de US$67 millones en el 2020-, los actuales niveles de endeudamiento asociados al financiamiento para la construcción de la nueva Refinería de Talara representa el principal reto para la sostenibilidad de la compañía.