(Fotos: Pixabay)
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Redacción EC

La salud de la industria farmacéutica local parece estar propensa a resquebrajarse aun más, advierte Adifan, la asociación que agrupa a los laboratorios nacionales.

En efecto, la producción de medicamentos, que ya había logrado recuperarse en el 2018, aunque ligeramente (3%) respecto al 2017, ya no crecería en este 2019, estima el presidente del citado gremio, José Silva Pellegrin.



Indica que una de las razones principales de este estancamiento sería el nuevo sistema de compras públicas, que a través del Decreto Legislativo 1444 permite a Essalud realizar compras de medicamentos de manera directa a proveedores extranjeros, al igual que al Ministerio de Salud (Minsa).

Y aunque el objetivo de esta medida es reducir los precios de las medicinas, esta no es, necesariamente, más eficiente en términos de costos, ya que el Estado es quien correría con los gastos logísticos, tras llegar el medicamento a la aduana, y de registro; mientras que en el caso de los laboratorios nacionales, ellos lo asumen, detalla a Día1 el representante gremial.

Con ello concuerda Ángela Flores, directora ejecutiva de Alafarpe, y afirma que tampoco se ha promovido el diálogo con los gremios ni se ha explicado cómo certificarán que estos medicamentos cumplan con los estándares de calidad, seguridad y eficacia que las empresas farmacéuticas que operan en el país sí cumplen.

“Respetamos las decisiones del Estado, pero siempre que se garantice la transparencia. Un sistema de compras con predictibilidad, con contratos a mediano plazo y modelos de financiamiento innovadores son esquemas que como país se deben evaluar en pro del paciente”, asevera.

PODER DE COMPRA
Silva Pellegrin asegura que este tipo de compras es inconstitucional, porque las reglas de juego no son igualitarias, lo cual desalienta la inversión en innovación de medicamentos de los laboratorios de capitales peruanos y también extranjeros con plantas en el país, por lo que prevén acudir al Tribunal Constitucional”, enfatiza.

Las instituciones del Estado representan alrededor del 50% de las ventas de las empresas asociadas a Adifan y a Alafarpe, por ello la preocupación de ambos gremios no es gratuita.

Silva comenta que en el pasado ciertas regulaciones provocaron que tanto empresas nacionales como extranjeras dejaran de fabricar en el país. Estima que 22 plantas extranjeras migraron y que a la fecha operan alrededor de 17 plantas puramente farmacéuticas.

En general, poco a poco la fabricación local de medicamentos ha perdido fuerza; mientras que la importación ha tomado el protagonismo. “Hace 24 años la importación representaba el 23% de la industria y ahora canaliza las dos terceras partes de los US$2.293 millones que mueve este sector”, dice. 

Sin lugar a dudas, afirma, la industria farmacéutica ha perdido participación en el PBI (Producto Bruto Interno) de la industria manufacturera en general.

Además, destaca que en alta tecnología el Perú cada vez exporta al mundo menos contenido de alta tecnología que, en parte, lo aporta este sector. Así, mientras que México, Colombia y Chile incrementaron sus exportaciones de manufactura, Perú ha ido como el cangrejo en los últimos 10 años.

Por su parte, Ángela Flores indica que las investigaciones clínicas en el mercado peruano también se han reducido de manera significativa. “En el 2009 se realizaron 143 investigaciones clínicas y el año pasado solo fueron 43. El Perú podría ganar US$60 millones anuales con todo lo que trae la investigación clínica, pero se está yendo a otros países”, enfatiza a nuestro suplemento.

Este año el mercado farmacéutico ‘retail’ se estima que crecerá a un ritmo de 3%; no obstante Alafarpe señala que aun con este positivo comportamiento no sería suficiente para que las empresas farmacéuticas aseguren registrar crecimientos interesante, debido a la importancia de las compras de Essalud y el Minsa.

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