Es noticia frecuente hablar sobre la ‘efervescencia’ del uso de Internet en Lima y las urbes más grandes del Perú. En ese ámbito, constantemente nos referimos a la cada vez mayor demanda de datos, por parte de los usuarios, en el Internet móvil y fijo, y a la guerra de los operadores de ‘telecom’ por captar más clientes, con menores precios y más ‘gigas’. Todo ese revuelo, sin embargo, se va apagando cuando nos trasladamos a las zonas rurales.