Cosapi: "Nos vemos como una firma regional que lista en bolsa"

Varios meses después de haber concluido la construcción de la nueva sede institucional del Banco de la Nación (San Borja), y pese a los retrasos en la Línea 2 del Metro, los planes de Cosapi no se detienen. La meta, según nos confiesa su presidente ejecutivo Walter Piazza, es consolidarse como una empresa con presencia en toda la región.

En un contexto poco favorable para la construcción, ¿cómo les fue en el 2015?
Fue un año extraordinario, a pesar de que nuestras ventas fueron ligeramente inferiores a las del 2014, año en el que crecimos 26%, por eso fue un tanto difícil. Aun así, nuestra utilidad operativa, en el negocio de la construcción, superó en 14% a la del año anterior.

Este primer trimestre sus ventas también han caído; cerca de 40%. 
Aunque hubo incertidumbre y las inversiones se detuvieron, ahora hay una mayor claridad del panorama político. Hay que mencionar que en el primer trimestre del 2015, hubo un efecto estacional y tuvimos ingresos extraordinarios. Algo que no se ha dado en el 2016.

¿Cómo les irá este año, entonces?
En general, vamos a tener una caída de 10% en los ingresos totales, porque un contrato se suspendió temporalmente por problemas internos del cliente. Ese proyecto pesaba mucho en nuestra cartera. Lo bueno es que en el último cuatrimestre contratamos nuevos proyectos por casi S/1.000 millones. De eso vamos a consumir S/400 millones este año, con lo que estamos muy cerca de cumplir nuestra meta de facturación para el 2016.

¿A cuánto asciende esa meta?
A alrededor de S/1.200 millones, lo que significa una caída de casi 10% frente al 2015. Pero vemos una reactivación después de las elecciones y nuestra proyección de ventas para el 2017 es muy buena, optimista y realista porque está basada en contratos  en mano y en los ganados recientemente. 

¿En el 2017 retomarán el crecimiento de dos dígitos que tenían años atrás?
Aunque las ventas caerán en el 2016, lo revertiremos rápidamente con un crecimiento de más de 30% en el 2017.

¿De cuántos millones hablamos?
Serían casi S/1.600 millones en ventas. 

Hace dos años estimaban que la meta de ventas para el 2018 sería de US$1.100 millones, ¿lo lograrán?
Creo que va a ser un poco menos. Pero, el escenario ha cambiado no solo para nosotros sino para todas las empresas del sector.

Con los últimos contratos que han cerrado, ¿a cuánto asciende su backlog actual?
Los contratos adjudicados o firmados hoy día llegan a S/5.500 millones, pero nos falta un par de contratos privados grandes que todavía no podemos agregar.

¿Las obras de ingeniería y construcción siguen a la cabeza?
Bueno, tenemos un nuevo rubro como servicios mineros, en donde contamos con un contrato de alrededor de S/1.300 millones. Pero cerca del 10% de esa cartera es obra pública. Y aunque ha habido muy pocas licitaciones, esperemos que el tema se reactive porque el Estado se ha confiado mucho en las asociaciones público privadas (APP) y en las iniciativas privadas cofinanciadas (IPC).

¿Han presentado varias IPC?
Hemos presentado ocho y cuatro fueron declaradas de prioridad y relevancia. 

¿De qué sectores?
Las principales son de salud  y educación, pero también tenemos varias obras por impuestos .

Como parte de sus planes de expansión, ¿seguirán entrando a otros países?
La diversificación internacional nos anima mucho. Hemos regresado al mercado chileno y ya entramos a nuestro tercer contrato. También regresamos a Panamá, donde estuvimos hace 10 años, y  ya ganamos nuestro primer contrato. 

Y, ¿a dónde apuntan? Porque su facturación afuera todavía es mínima.
Como recién hemos iniciado algunos procesos, no quisimos establecer una meta. Recuerdo que en los 90, nuestra facturación fuera del Perú era de 30%, pero ahora no llega ni a 5%. Volvernos a establecer en algunos países tomará tres o cuatro años. 

¿Qué mercados están explorando?
Todos los países vecinos además de República Dominicana y Panamá.

¿El foco estará en los contratos privados o participarán en concesiones públicas?
Estamos viendo algunas concesiones.

¿Cómo les fue en Colombia?
Después de encargarnos, junto a una empresa local, de la ampliación de la refinería de Cartagena no hemos tenido éxito en otras licitaciones, pero seguimos allí.

¿Bolivia está en su radar?
Sí, estamos viendo varios proyectos y, de hecho, hemos licitado el primero.

¿Se trata de alguna carretera?
No lo puedo decir por ahora.

Finalmente, concretaron su ingreso al rubro inmobiliario, ¿pueden afirmar que se trató de una buena decisión?
Hemos iniciado con mucho éxito nuestra incursión. Tenemos tres proyectos en marcha y todos se están prevendiendo a buen ritmo. Dos proyectos ya iniciaron construcción. Pero, recién en el 2018 [con la entrega de los departamentos] se verá reflejado en la facturación.

Dos de sus proyectos actuales los están trabajando con el grupo Lar, ¿los nuevos irán de la mano de otro socio o lo harán solos?
Estamos muy contentos con la asociación con el grupo Lar  y, en la medida que sigamos teniendo éxito podemos seguir con ellos.

¿Ya están buscando nuevos terrenos?
Siempre buscamos nuevas oportunidades pero, por ahora, queremos concentrarnos en hacer bien estos tres proyectos y, en el camino, seguiremos evaluando, pero con mucha cautela porque el negocio inmobiliario es cíclico y de alto riesgo.

Tanto en la línea 2 del Metro de Lima como en Majes–Siguas, los retrasos son evidentes, ¿dónde debe radicar el principal cambio del nuevo gobierno para evitar estas demoras?
La prioridad debe estar en las reformas de segunda generación que tanto se han pedido y que no se han hecho, pero también es necesario que todas las entidades del Estado se alíneen para apoyar un proyecto.

Hace poco Moody's reveló una lista de diez grandes empresas peruanas con alto riesgo de liquidez, ¿qué ha hecho bien Cosapi para no estar allí?
El 2015 reducimos el pasivo de la empresa y aumentamos nuestro patrimonio. En un negocio como la construcción, la liquidez y solidez financiera son claves, porque cuando un cliente nos da un contrato pone en nuestras manos el futuro de su empresa y como contratista no podemos fallar. Al igual que un banco, tenemos que tener una gran solidez financiera y de eso nos hemos preocupado mucho, hoy tenemos un ratio de apalancamiento muy bajo y  vamos a mantenerlo, porque a nivel mundial varias empresas constructoras han desaparecido por problemas de sobreapalancamiento.

Más allá de los números, ¿cómo se ven en cuatro años, cuando cumplan 60 años?
Nos vemos como una empresa regional, con presencia en varios países y, para ese entonces, esperamos estar listados en bolsa. Es un objetivo que perseguimos pero que no se ha dado.

Pero, el primer paso ya lo dieron con su primera emisión de bonos y a una muy buena tasa.
Sí. El siguiente paso sería el listado de acciones, pero necesitamos crecer un poco más.

¿Ya se viene una segunda emisión después de que la primera fuera muy exitosa?
Por ahora no. No tenemos necesidad de caja este año, quizá en el 2017 hagamos una segunda emisión.

¿En soles?
Sí, en soles aunque dependerá de cómo esté el mercado.