“La producción de alimentos no está yendo en el mismo sentido que las expectativas del público. Se generan contradicciones que terminan explotando”, dice Gastón Acurio. No los nombra, pero resuenan los problemas que acaban de vivir marcas como Pura Vida o Sublime.
Ese marco explica la nueva apuesta de Acurio: asociarse con jugadores de la industria alimentaria para desarrollar productos de alcance masivo, pero con carácter artesanal. El primer esfuerzo verá la luz este año: Gastón & Otto, marca a ser lanzada junto con Supemsa, dueña de Otto Kunz.
Según Luis Salazar, gerente general de Supemsa, se tratará de una línea completa de jamones, salchichas, chorizos y otros productos cárnicos, cuyo objetivo es rescatar “sabores nacionales y tradiciones europeas”.
“Es una marca conjunta, lo que obligará a los dos socios a cuidar lo que estamos haciendo”, dice Salazar. Acurio detalla que sus productos tendrán conservantes naturales, cero colorantes y bajos niveles de sodio.
“Es un rubro en el cual el Perú tiene muchas deficiencias y espacios para desarrollar productos sofisticados”, sostiene Leslie Pierce, el ex gerente general de Alicorp que convocó a Acurio para una primera experiencia de encuentro entre lo industrial y lo artesanal: la creación de la crema de ají Tarí.
Las conservas de pescado y los lácteos son los siguientes rubros en la ruta de esta nueva aventura culinario-empresarial.
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