La independencia inconclusa: Reformas y competitividad[Opinión]
La independencia inconclusa: Reformas y competitividad[Opinión]
Jimena De La Quintana

nunca ha sido suficiente. Entre el 2002 y el 2013, los años de mayor crecimiento de la economía peruana, el PBI se expandió en 6,1% en promedio, el mejor año fue el 2008 cuando la economía creció en 9,1%. Durante el gobierno de Ollanta Humala el PBI reportó cifras promedio que se acercan al 4,4% (aún no se tienen las estadísticas de los últimos meses). Si bien los peruanos aprendimos algunas lecciones de las crisis por las que atravesamos, no hemos aprendido de las épocas de auge, no aprendimos que el crecimiento no es eterno y que hacer reformas es necesario.

En el Perú, las reformas se iniciaron, pero nunca continuaron. El problema es que estas se llevan a cabo desde las instituciones; las mismas que tampoco fueron reformadas. Son justamente los países con instituciones sólidas a los que les va mejor y, de hecho, algunas naciones con crecimientos similares al peruano han logrado mayor bienestar para sus pobladores.

En resumen, durante el crecimiento de años pasados, empujado por los altos precios de los metales en el mundo, desperdiciamos la oportunidad de impulsar reformas, cambios que, por ejemplo, nos hubiesen llevado a diversificar nuestras fuentes de ingresos. La historia necesita cambiar de ruta y no puede tomar el tren más lento o el equivocado. Si los peruanos no hacemos esta chamba en serio, no será posible eliminar la pobreza y alcanzar el desarrollo. Necesitamos ser más competitivos pero durante el gobierno de Humala, pese a que la economía creció, se perdió competitividad frente al resto del mundo, según el Índice Global de Competitividad del WEF. Estos números son el fiel reflejo de las reformas que no se hicieron. 

Vamos a los hechos. El turismo se ha convertido en una fuente de ingresos muy importante para el país y su potencial es enorme. Según los expertos, puede adquirir gran protagonismo, tanto como para depender menos  de los altos precios de los metales que impulsaron el crecimiento de los últimos años. Sin embargo, para que el turismo se potencie es indispensable la infraestructura, una segunda pista de aterrizaje en el aeropuerto Jorge Chávez, por poner solo un ejemplo. Ni el gobierno de García, ni el de Humala, han podido entregar saneados los terrenos para que LAP, concesionario del terminal, inicie la construcción de la bendita pista. 

A lo anterior se suma un problema delicado, y que es producto también de la poca confianza en el Estado y sus instituciones: la informalidad. Lograr competitividad en un país altamente informal como el Perú se convierte en casi un imposible. En los últimos años de crecimiento, la informalidad no se redujo de manera importante. El 75% de la PEA es informal, el sector absorbe el 61% de la cantidad de trabajo total disponible, pero su producción representa menos de la quinta parte del PBI. En otras palabras, su productividad es muy baja. 

Somos esclavos de lo que dejamos de hacer o hacemos mal. Pedro Pablo Kuczynski podría ser recordado como quien liberó al país de las reformas inconclusas, como aquel que decidió iniciar la segunda ola de reformas que nos lleven camino al progreso.
¡Felices Fiestas Patrias! Espero disfruten de este edición especial de Día1.
“La historia necesita cambiar de ruta y no puede tomar el tren más lento o el equivocado. Si los peruanos no hacemos esta chamba en serio, no será posible eliminar la pobreza y alcanzar el desarrollo”.

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