(Foto: El Comercio)
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Leslie Salas Oblitas

Con la firme convicción de seguir creciendo en otros negocios conexos a la gastronomía como el de y el de bares, cambió, este año, a MCK Hospitality.

La empresa -cuya carta de presentación en el Perú y en el exterior es Osaka- se prepara para llegar en octubre próximo a Miami, su primera parada fuera de la región, y a Chile y Colombia con sus marcas DonDoh y KO.



Su cofundador, Diego de la Puente, detalla a Día1 cómo será este proceso, revela sus próximos proyectos y anuncia la creación de nuevas marcas para rentabilizar aun más sus operaciones.

¿Qué implica el cambio del nombre del holding, ahora MCK Hospitality?
La intención como grupo es ampliar nuestro abanico de servicios y no solo dedicarnos a restaurantes. Hace más de un año ya empezamos esta diversificación con nuestro bar Carnaval -cuyo objetivo es posicionarse entre los mejores bares del mundo- y queremos ingresar más fuerte a esta categoría y a la operación hotelera, estos negocios están dentro de una nueva unidad de negocios: Alma del Bar.

¿Se puede replicar Carnaval localmente o en el exterior?
Nos lo están pidiendo, pero es muy difícil. Carnaval no es un formato escalable. No obstante, la idea es utilizar ese impulso para hacer bares más ‘democráticos’ pero bajo una nueva marca: Juan en Las Rocas, que sería un bar más tradicional y menos elaborado.

¿Ya están buscando locales?
No estamos buscando local pero sí la oportunidad. Una ruta de crecimiento podría ser a través de hoteles. En Lima y en el Perú, en general, no hay muchos bares, estamos en pañales respecto a otros países de la región.

¿Esta es la única marca nueva que han creado?
No, también está Puerto Nikkei . Este será un restaurante más pequeño de comida nikkei y que tendría un ticket más bajo que Osaka (S/80 aproximadamente) y que, por tanto, tendrá más escalabilidad en el país y en el exterior. El bar Juan en las Rocas y Puerto Nikkei serán nuestras nuevas marcas ‘democráticas’. En paralelo, estamos cocreando un restaurante nikkei para un grupo de Arabia Saudí, especialmente, para las ciudades Jeddah y Riad, pero es básicamente una asesoría gastronómica.

También tienen la intención de operar su propio hotel, ¿ya saben dónde?
Estamos todavía en la búsqueda, específicamente, en San Isidro. En la avenida Santa Cruz hemos visto un espacio interesante. Queremos ser los creadores y operadores de la marca y estamos buscando socios inmobiliarios para que coinviertan en este proyecto. Nuestro ‘drive’ es crear marcas y exportarlas y, precisamente, un hotel nos da la posibilidad de crear porque requiere de un bar, café y restaurante.

¿Cuál será el concepto?
Este será un hotel boutique con 35 habitaciones como máximo, que refleje la misma calidad y atención de servicio que Osaka. Si todo sale bien, en la avenida Santa Cruz tendremos un edificio de 4 pisos y de alrededor de 20 habitaciones. La inversión fluctuaría los US$3 y US$4,5 millones.

¿Cuándo podría concretarse? ¿Ya han esbozado algún nombre?
Nuestro objetivo es lograr sacar nuestra marca de hotel boutique en los siguientes tres años. Todavía no tenemos un nombre, en este momento tenemos el foco puesto en el crecimiento de Osaka en dos ciudades importantes.

Precisamente, el año pasado se trazaron un plan de expansión agresivo con Osaka. La meta era llegar a Miami, Chicago y Londres. ¿Qué tanto han avanzado?
Osaka Miami lo abriremos en octubre próximo. Ya han viajado los chef y cabezas de Osaka Perú: Alfonso Urrutia y Roger Quispe, para sacar adelante el restaurante y mantener la calidad. Ellos permanecerán ahí mientras abrimos la operación de Londres, donde seguimos en la búsqueda de local. Queremos estar en el exclusivo barrio de Mayfair, uno de los más caros y también más difíciles a la hora de encontrar espacios para alquilar. El capital para este restaurante ya se levantó.

Se han demorado un poco con el local de Miami, la idea era operar en el primer trimestre de este 2019.
Sí, el proceso se ha dilatado porque nos demoramos en conseguir los permisos de construcción y porque la idiosincrasia y el ritmo del trabajador de Miami son más lentos.

¿Y Chicago?
Chicago lo vamos a dejar en ‘stand by’ porque primero queremos hacernos de un nombre en Miami con Osaka, para que luego sea más fácil aterrizar en otros estados. Nuestra expansión en Estados Unidos, en general, va a depender del éxito de Miami. Además, en paralelo, se ha abierto la oportunidad de llegar a Madrid, donde también nos interesa invertir. Madrid, incluso, es una plaza donde podemos abrir sin dificultad, porque al no existir la barrera del idioma podemos exportar más talento desde acá.

(Foto: Archivo)
(Foto: Archivo)

¿Ya tienen socios en Madrid?
No están completos aún y falta el local. Pero Europa es, definitivamente, una región que queremos atacar pero en una menor escala, porque el ‘real estate’ y los alquileres son más costosos. Entonces, el objetivo es llegar a España con un formato de restaurante más pequeño de 100 tenedores y no de 160 como se maneja en el Perú y en la región. Madrid siempre estuvo en nuestro camino.

¿En este restaurante también tendrían participación accionaria?
Sí, la meta es mantener entre un 30% y 50% de ‘equity’, al igual que en Osaka Miami y Londres (a inaugurar en el 2021), y en todas las plazas importantes. Si bien hemos crecido mucho bajo el formato de franquicias, este modelo es muy complicado para una marca como Osaka. La franquicia es buena cuando tienes escalabilidad y conceptos gastronómicos simples y fáciles de montar. Osaka, en cambio, es caro, complejo y tiene poca rentabilidad comparado con un ‘fastfood’ y demanda demasiada atención y trabajo.

Por eso es que, justamente, decidieron cambiar el modelo de negocio con Osaka, para pasar a tener participación en ciudades claves.
Sí, esto es solo con Osaka, porque el formato de franquicia lo seguimos utilizando en la región para las otras marcas de MCK como Ko Asian Kitchen y DonDoh.

¿En qué otras ciudades se podría replicar Osaka?
Ciudades que sostengan un Osaka y que la venta sea interesante son pocas, pero el plan es llevar la marca a las mejores ciudades del mundo. Dubái es una ciudad a la cual, idealmente, deberíamos llegar, aunque es una plaza competitiva; nos interesa también entrar a más ciudades de Estados Unidos, por ejemplo, Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Las Vegas y Washington; y en Asia y el Medio Oriente podríamos crecer vía alianzas estratégicas con hoteles y operadores locales. Singapur también es un buen mercado, hace poco hicimos un ‘pop-up’ en Shangri-La Hotel con la embajada peruana en Singapur para promover la cocina nikkei y de paso ir probando el mercado.

¿Cómo se ven para los próximos cinco años? ¿Cuál es su proyección?
Con 35 restaurantes operando, sin considerar las nuevas creaciones. Con Osaka deberíamos pasar de 9 a 14 locales; KO debería tener 10 locales, Barrio unos cuatro (incluyendo el exterior) y DonDoh, cinco locales. Además, con un Ebitda mayor a los US$5 millones, el local de Miami nos va a dar un impulso importante.

Con DonDoh y KO también van a crecer en Colombia.
Sí, KO ya está en Bogotá y se ha convertido en el restaurante que más comensales recibe de todas las marcas (15.000 al mes), la idea es que se abran dos locales más en esa ciudad para marzo del 2020; DonDoh abrirá en enero del próximo año en Chile y también ingresará a Colombia, y en Buenos Aires queremos mudar el local de Palermo y renovarlo. En Lima, KO tendrá un tercer local que estará en San Isidro en el 2020. Esta es una marca de menor inversión y de un ticket bastante más bajo (la tercera parte de DonDoh) y de un concepto menos complejo.

Estaban también en el proceso de entrar al Mercado Alternativo de Valores.
Sí, estamos preparando la empresa para levantar US$6 millones de capital en una primera etapa, esperamos salir en el 2020. El objetivo es financiar nuestros próximos proyectos a corto plazo. Queremos llevar la empresa a un Ebitda de US$3 millones para el 2020 y de US$4 millones para 2021, y alcanzar un valor de empresa de entre US$30 millones y US$40 millones.

¿Cuánto proyectan vender este año?
Para este 2019, las ventas de todos nuestros restaurantes en el país y el exterior ascenderán a US$29 millones, 33% más que en el 2018. Solo Osaka prevé mover US$22,7 millones al cierre del año.

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