La campaña navideña en el segmento de la pequeña y microempresa (pyme) es la más esperada por las entidades financieras, porque es transversal a todos los sectores y es la de mayor duración, debido a que, en promedio, empieza desde septiembre.
Para este año, los bancos y las cajas municipales confluyen en que dicha campaña comercial será buena, porque el volumen de financiamiento sería mayor que el año pasado, pero en lo que no están de acuerdo es en el impacto que tendrá sobre sus resultados, siendo las cajas menos optimistas.
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“Sí hay dinamismo, pero que se espere que esta campaña sea un súper ‘boom’ [de crédito]...no es tanto así”, afirma Walter Rojas, gerente central de Negocios de la Caja Cusco. “Probablemente puedas vender lo mismo que el 2019, pero ya no a los mismos márgenes de esos años”, acota.
Para el gerente general adjunto de Negocios de Mibanco, Luis Almandoz, el banco cerrará el año con un récord en colocaciones y en forma rentable. “Esta campaña [navideña] sí es mejor que la de prepandemia”, asegura.
Una postura similar a la de la Caja Cusco es de la Caja Arequipa y similar a la de Mibanco la tiene el BBVA. ¿Por qué la diferencia? Si bien el BBVA atiende a un segmento de la pyme de mayor tamaño –dado que su crédito a la pequeña empresa, en promedio, es el triple del que ofrecen las dos cajas y Mibanco–, la discrepancia en las expectativas obedecería al apetito de riesgo de cada entidad, así como a sus políticas de precios.
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Estrategia comercial
Para el director de la Caja Arequipa, Rafael Llosa, la campaña navideña representa una gran oportunidad para las instituciones de microfinanzas, así como para los empresarios. Señala que tiene la expectativa de que esta actividad comercial sea buena, pero no igual a la del 2019.
El ejecutivo sostiene que los márgenes de las entidades se van a reducir porque las tasas pasivas están subiendo más rápido que las activas, lo que obliga a las entidades a trabajar en eficiencias.
Por ejemplo, Rojas, de la Caja Cusco señala que a diferencia del 2019 cuando la campaña navideña de su representada se basaba en la compra de deuda, con el gancho de ofrecer un monto adicional para la campaña navideña a una menor tasa y con un mayor plazo, “hoy ya no es negocio, porque todo ha subido”.
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Afirma que Caja Cusco se ha enfocado en crecer con sus clientes, ofreciéndoles las mismas condiciones crediticias, y en hacer inclusión financiera, atendiendo a nuevos clientes, muchos de ellos sin historial crediticio y asumiendo un mayor riesgo.
Así esta estrategia, hasta cierto punto, defensiva por parte de las cajas, las ha llevado a subir sus tasas activas de, por ejemplo, los créditos a la pequeña empresa, en apenas 98 puntos básicos en el último año, muy por debajo de las tasas de sus depósitos a plazo, que subieron, en promedio, en 499 puntos básicos en el mismo período.
Mientras, en la banca, el ‘gap’ de la subida entre sus tasas activas y pasivas fue inferior. La tasa promedio de los créditos a la pequeña empresa subió en 410 puntos básicos y la tasa de los depósitos subió en 603 puntos básicos, en el mismo período.
A decir de Almandoz, de Mibanco, la entidad optó por fijar un precio adecuado al riesgo, beneficiando con menores tasas de interés solo a los clientes de mejor comportamiento de pago.
En el caso del BBVA, el gerente Territorial Pyme, Roberto Araujo, sostiene que la continua subida de tasas de interés, junto al contexto inflacionario, ha llevado a sus clientes de la pyme a adelantarse, abasteciéndose de mercaderías para la campaña navideña. Así su facturación ha crecido en 42% en los que va del año y 10% en los primeros días de noviembre.
Por ello, tanto el BBVA como Mibanco esperan aumentar sus márgenes en este año, incluso por encima de los niveles prepandemia.
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Los desafíos del 2023
Más allá de las estrategias de precios, en lo que todos coinciden es en la importancia de una mayor prudencia en el otorgamiento de créditos.
Rojas, de Caja Cusco, sostiene que la entidad está realizando un cruce de información exhaustivo, porque existen clientes con deudas de proveedores y de planilla, cuya información no aparece en los burós de crédito.
Por el lado de Mibanco, Almandoz dice que la entidad hizo un alto en septiembre para mejorar el apetito de riesgo de sus modelos, a fin de “correr” en los últimos tres meses del año.
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Desde el BBVA, Araujo dice que la entidad ha lanzado un producto específico por campaña que brinde a sus clientes tres meses de gracia y siete meses para pagar capital e intereses. “De esta manera les damos oxígeno para que los comerciantes puedan engancharse con la campaña escolar”, precisa
Para Wilber Dongo, gerente central de Negocios de la Caja Arequipa, la entidad también viene creciendo de manera sostenida y en forma prudente. Señala que el 2023 podría ser un año difícil para el sector, debido a que recién se reflejaría la subida de las tasas pasivas en los balances, con lo cual, el gasto financiero podría duplicarse. De ahí que, si no son prudentes, “la campaña navideña podría pasar la factura”.