“Hoy el mayor poder y el mayor temor que las empresas tienen es el poder del ciudadano”, afirma Eben. (Foto: Alessandro Currarino)
“Hoy el mayor poder y el mayor temor que las empresas tienen es el poder del ciudadano”, afirma Eben. (Foto: Alessandro Currarino)
/ Alessandro Currarino.
Manuela Zurita

Tras 24 años de carrera en , en abril último Hans Eben renunció a su cargo como CEO de la gigante global en . Lejos de bajar la guardia, el ejecutivo se mantiene activo en el mundo empresarial, donde ha puesto foco en promover los negocios sostenibles. En efecto, quien también fuera CEO de la firma en el Perú, es presidente del Pacto Global en su país. La posición supone representar a las 90 empresas que se han sumado en el país vecino a la iniciativa de las Naciones Unidas para promover compromisos de sostenibilidad en el sector privado. En el Perú, este núcleo se encuentra en el seno de la Confiep.

De paso por Lima el jueves 21 de noviembre pasado, para participar de Nexos+1 - un evento donde las empresas comparten sus prácticas y los resultados de sus programas de , además de debatir sobre las principales tendencias en la materia- Eben conversó con Día1. LLegaba de Chile, donde la crisis socio-política y los enfrentamientos no daban tregua.

¿Qué tendencias ve en materia de sostenibilidad a nivel global?

Se está entendiendo que la sostenibilidad va más allá del medioambiente. Antes, cuando se hablaba de sostenibilidad y uno hablaba más bien del impacto del cambio climático, océanos, los residuos. Hoy las empresas hablan de negocios sustentables, piensan en que hay que pensar cuál es el impacto social y en temas de equidad de género y diversidad. Por otro lado, se está hablando fuertemente de cambio climático y sobre el Acuerdo Global (de París) de no incrementar la temperatura del planeta en más de 1.5 °C (sobre niveles preindustriales). Las empresas están viendo qué tipo de compromiso pueden hacer. Está muy en agenda, junto a la energía renovable y los residuos, que es un gran problema en consumo masivo.

¿Qué temas se escapan del debate?

Cada empresa es un mundo en sí. Por lo tanto, [la empresa] tiene que ver dónde se siente cómoda para dar ciertos pasos [en sostenibilidad]. Es difícil para todas las empresas dar el mismo paso adelante al mismo tiempo y con las mismas herramientas y los mismos objetivos. Si me empujas un poco y me preguntas cuáles son los temas difíciles, [te diría] que el tema de contribuir a ser carbono neutral es complejo, porque requiere inversiones grandes, requiere cambiar tu matriz energética y la matriz productiva muchas veces . Por lo tanto, no es que no se quiera conversar, sino que son decisiones que requieren mucho estudio y tiempo para cambiarlo. Por ejemplo, en Chile existe la Ley REP o Responsabilidad Extendida del Productor.

►¿En qué consiste? ¿Es una responsabilidad económica? ¿Tributaria?

Para realmente aumentar el reciclaje, crear una economía secundaria, aumentar la reutilización de muchos materiales o fomentar la economía circular, (...) quizá el camino más fácil para un gobierno es poner impuestos sobre los materiales que colocas en el mercado. Pero no es la forma que más incentiva la innovación y muchas veces los impuestos no se usan de la mejor manera. [En el marco del debate sobre la Ley REP] se llegó a un muy buen acuerdo entre el Gobierno y las empresas, donde (los empresarios) dijimos, ‘en vez de eso, ¿por qué como empresas no nos hacemos cargo de esas 100 toneladas que estamos colocando en el mercado del plástico, lo recolectamos y lo vendemos o lo reutilizamos?’. Hay un sistema integrado de gestión – que se está construyendo en Chile-, que integra a un grupo de muchas industrias que van a crear una real empresa para gestionar todos estos residuos. El día de mañana el gobierno va a poner una meta año a año de recolección. Esto se está discutiendo ahora.

►¿Es solo para plástico?

Comenzó con neumáticos, por lo tanto, todas las empresas que tengan relación con neumáticos tienen que hacer este mismo ejercicio. Luego envases y embalajes finales (plásticos, cartones y vidrios) y va a haber lo mismo para baterías. Creo que es muy positivo: nos vamos a hacer cargo de [reciclar] un porcentaje [de los residuos]. Esto incentiva a que los envases sean más pequeños, sean reutilizables, va a crear nuevos puestos de trabajo, porque se va a tener que crear todo una industria de reciclaje.

Señaló que es difícil que las empresas avancen al mismo ritmo en materia de los compromisos de sostenibilidad. ¿Cómo alcanzar entonces los ODS al 2030?

Creo que hoy la industria tiene claro que hay ciertas metas que se van exigiendo. Tal vez para acelerar hay que hacer un tema regulatorio. Pero hoy día el mayor poder y el mayor temor que las empresas tienen es el poder del ciudadano. Es el propio ciudadano el que no te va a elegir si no estás avanzando en la agenda de sostenibilidad. También hay una hipótesis que señala que si el 30% de la industria comienza a cambiar su matriz energética y sus políticas de diversidad, creemos que el 70% restante va a estar obligado a cambiar también.

►¿Cómo acelerar y homologar el ritmo?

Ahí está el sistema financiero. Sería ideal que el sistema financiero empiece a premiar con su costo de capital a las empresas que tienen un mayor impacto social y ambiental –lo que ya está pasando. En Chile, la segunda empresa más grande de berries del mundo, Hortifrut [socio local de la peruana Talsa], que está en bolsa, decidió ser Empresa B (generar rentas atendiendo una problemática ambiental o social). Cambió sus estatutos y dijo ‘yo voy a ir más allá de maximizar la utilidad’. A mitad de año tuvo que pedir un préstamo y el costo de ese préstamo fue menor que el del mercado por ser Empresa B. Lo que quiero que pase es que el competidor de Hortifrut diga ‘mi competidor está consiguiendo deuda más barata que yo, porque es B’ y se haga la pregunta. ¿Por qué no puedo ser B? Creo que la forma de acelerar es que se entienda que esta es una forma nueva de hacer negocio. Para que realmente se mueva (el tema), se tiene que entender que es una forma nueva de hacer negocio y que puedo crecer sustentablemente y ganar incluso en este camino.

►Durante los años en los que fue parte de Unilever, la corporación logró alcanzar el 80% de las metas de Vida Sustentable de la compañía. ¿Se puede ser sostenible y obtener mayores utilidades?

En el 2010, Unilever mundial partió con el Plan de Vida Sustentable, que plantea hacer negocios y crecer con el doble de impacto social y la mitad de impacto ambiental. Si uno compara la acción de Unilever con el promedio de las acciones en Londres entre ese año y los siete u ocho años subsiguientes, la acción creció 4% respecto al promedio del índice de la Bolsa de Valores de Londres. ¿Todo era sustentable? Por supuesto que no, pero se pudo comprobar que se puede hacer. También se pudo comprar que las marcas que tienen un propósito –que el ciudadano ve por qué existe o cómo contribuye al Planeta o a la vida– crecían a tasas 50% mayores que las mismas marcas de la misma empresa que no lo tenían. Son datos súper claros de que sin duda la sostenibilidad es un buen negocio. Hoy hacer el bien es un buen negocio.

¿Qué análisis hace de la crisis socio-política en Chile y el grado del compromiso publico-privado con la sostenibilidad?

En mi opinión, lo que ha pasado es que sin duda el modelo chileno funcionó por años. No hay nadie [ningún país] en Latinoamérica que haya reducido tanto la pobreza, incluso en el Perú se ha reducido, pero en Chile aún más. Creo que si hay que hacer una autocrítica del empresariado o mía en particular, es que creímos que con el crecimiento del país y la reducción de la pobreza ya estábamos en buen camino. El gran aprendizaje es: ‘el crecimiento es fundamental, pero no basta’. Nos faltó subrayar esa última parte de la frase. También reducir la pobreza es un gran logro de mucho orgullo, pero tampoco basta. Porque todos sabíamos que en Chile había pensiones en torno a los US$180-US$200 y sabíamos que con esa cantidad nadie puede pensionarse. Muchas veces sabíamos del desastre que fue TranSantiago [el sistema de transporte público de la capital chilena], que fue la nueva medida de transporte y eso tiene un impacto en la vida de las personas. Más allá de que hayan salido de la pobreza y que tengan una vivienda y tener que transladarse dos horas (de ida) y después dos horas de vuelta, tiene un impacto en la vida de las personas. El tener que estar esperando siete años para hacerse una operación en el sistema público [de salud]... Eso también lo sabíamos, pero no supimos ponderar el impacto en la vida y la dignidad de las personas de lo que eso significaba. Es una autocrítica que hay que hacer. Porque en esto tiene que ver el gobierno, la sociedad civil, el empresariado y toda la sociedad.

►¿Y de la cancelación de la en Santiago? ¿Cuál es su impacto?

Como Pacto Global íbamos a participar en la COP. Queríamos visibilizar lo que las empresas están haciendo. La COP de alguna forma nos iba a dar una plataforma para compartir experiencia: de alinear algunas agendas. Desde esa perspectiva, es una gran pérdida para la industria en Chile. Si hubiera estado en los zapatos del presidente, no me hubiera gustado porque era una decisión sumamente complicada. Es la típica decisión del corto versus el largo plazo. Me hubiera gustado que se hubiera hecho la COP comprendiéndose que era parte de la agenda social del país. Es una pérdida y nos da mucha lástima. Ojalá que nos quedemos con la idea que fue una tema coyuntural del corto plazo, pero que sí o sí la agenda de sostenibilidad es parte de la agenda social de un país.



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