¿Quién supervisa las reparaciones en el Oleoducto Norperuano?

Este mes se cumple un año desde que el Gobierno ordenó la paralización del Oleoducto Norperuano (ONP). En ese lapso, dos campos petroleros han detenido sus operaciones (los lotes 192 y 67), la producción de la selva ha caído en más de 60% y las transferencias de canon para Loreto y Ucayali han descendido a mínimos históricos. 

En tan crítica coyuntura, Petro-Perú, empresa responsable del ONP, ha reanudado el bombeo de crudo en el ramal norte con el doble objetivo de inspeccionarlo con los smart-pig (sensores detectores de fallas) y evacuar el petróleo atrapado en su interior. 

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Día1 supo de muy buena fuente que dicha inspección  formaría parte de un plan de la empresa estatal para reactivar todos los  ramales del oleoducto (ramal norte, tramo 1 y tramo 2) a partir de  mayo próximo.

Sin embargo, este optimista planteamiento ha sido objetado por Gonzalo Tamayo, ministro de Energía y Minas. El funcionario ha señalado (en Gestión) que la reanudación de operaciones en el ONP se definirá, recién, en el segundo semestre de este año, debido a que el diagnóstico de los smart-pig (en el ramal norte) demorará de cuatro a seis meses.

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Pero existe una objeción más grave al plan de reanudación del oleoducto.
Según fuentes del sector, la estatal no contaría con el aval de ninguna empresa de ingeniería de primer nivel para gerenciar las reparaciones en el ramal norte, a pesar de que el año pasado  anunció el concurso de  Coga, operador del ducto de Camisea. 

De acuerdo a  estas mismas fuentes, la  ausencia de un supervisor de prestigio internacional incrementa el riesgo de nuevos derrames, como el originado en junio del 2016, cuando Petro-Perú bombeó 2.800 barriles para probar sus reparaciones en el ducto.

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¿Coga va o no va?
Carlos Del Solar, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), refiere que él entregó a Augusto Baertl (cuando este era presidente de Petro-Perú) una lista de empresas de prestigio mundial, entre ellas Fluor y Foster Wheeler,  para que una asuma la gerencia de las labores de reparación del oleoducto.

“Hasta donde yo sé, no se ha hecho nada con ninguna de ellas. Se habló en un momento de Coga,  pero la verdad es que no se sabe si firmó contrato”, apunta.
El ejecutivo advierte que la seguridad y confiabilidad del ducto no puede ser confiada enteramente a la Gerencia de Ductos de Petro-Perú o a Osinergmin.

Día1 se contactó con Petro-Perú para que defina si cuenta o no con el respaldo de una empresa de ingeniería de primer nivel (como Coga) que pueda avalar las reparaciones que viene realizando en el ducto, pero se abstuvo de responder.
Cabe recordar que Augusto Baertl contó a este Diario (2-10-2016) que Coga se había comprometido a reparar el oleoducto, especialmente, el ramal norte, a la brevedad posible. 

“Si eso es cierto [que Coga nunca llegó a firmar], se debe traer a una empresa de talla mundial para que dé su opinión sobre las reparaciones hechas [por Petro-Perú]”,  dice el ex funcionario a Día1.