La ampliación de Toromocho es uno de los tres proyectos mineros que impulsará la economía en el 2019.
La ampliación de Toromocho es uno de los tres proyectos mineros que impulsará la economía en el 2019.
Juan  Saldarriaga

La pugna entre el coloso chino  y las 65 familias de Morococha Antigua (), que se niegan a ser reasentadas para viabilizar el proyecto de ampliación de , ingresa a un nuevo capítulo.

El jueves pasado, la Corte Superior de Justicia de Junín declaró fundada una medida cautelar interpuesta por los morocochinos a fin de impedir el desmantelamiento y destrucción del ornato urbano en la zona que ellos habitan (la única que no está en ruinas en Morococha).

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Se trata de 34 hectáreas de terreno, vitales para el devenir de Toromocho, por cuanto representan una barrera para la expansión del tajo abierto. Debido a ello, fueron expropiadas por el Gobierno en marzo pasado y cedidas a Chinalco.

Como resultado, la minera china dio comienzo a su ansiado proyecto de ampliación (US$1.355 millones), uno de los tres que sustentarán el crecimiento de la economía este año.

¿AMPLIACIÓN EN RIESGO?
Pero los morocochinos no se han dormido en defensa de sus intereses (no son antimineros, pero quieren un trato justo con la minera china).

Así, presentaron una acción de amparo contra Activos Mineros, la SBN y Chinalco para conseguir la nulidad de la expropiación. Y en enero de este año reforzaron esa demanda con una “medida cautelar de no innovar”, que les ha sido concedida y que podría variar el curso del proyecto minero, apunta Carlos Castro, abogado de las 65 familias.

En su opinión, la medida cautelar no solo tiene el efecto inmediato de preservar la integridad de los predios y viviendas comprendidas en las 34 hectáreas, sino que obligaría a Chinalco a paralizar el proyecto de ampliación.

“Esa sería la consecuencia jurídica, porque las empresas concesionarias están obligadas a adquirir legalmente los predios superficiales sobre los cuales ejecutarán actividades de explotación. Y ese no es el caso acá”, explica. Pero, ¿existe realmente el riesgo de que el proyecto se detenga?

LAS OPCIONES DE CHINALCO
Una fuente cercana a Chinalco asegura que la medida cautelar no impactará el cronograma ni el flujo de inversiones, porque solo afecta las 34 hectáreas en litigio.

“Además, Chinalco ha empezado la construcción del proyecto en una zona diametralmente opuesta. Según el cronograma, llegará a Morococha Antigua recién en el 2021”, anota.

Sin embargo, reconoce que la minera china podría variar algún componente del proyecto, si es que el litigio en torno a las 34 hectáreas no se resuelve antes del 2021, deadline de la inversión.

Geólogos conocedores del yacimiento manifestaron a Día1 que Chinalco podría ampliar el tajo en otra dirección. Una posibilidad sería la zona sur, donde habría más de 300 millones de toneladas de cobre en recursos, que no fueron considerados en el estudio de factibilidad.

Hectáreas en litigioCronología de una expropiación

► En enero del 2018, CENEPRED declaró zona de riesgo  la Morococha Antigua.
► En marzo, la SBN expropió las 34 hectáreas habitadas por 65 familias.
► Ese mismo mes las transfirió a Activos Mineros, que, a su vez, las vendió a Chinalco.

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