Centro financiero. (Foto: GEC)
Centro financiero. (Foto: GEC)
/ Carlos Lezama

Hace menos de un mes, la , una de las entidades que mayor recompensa ofrecía por los depósitos a plazo, fue cerrada por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (), porque redujo en más de la mitad su patrimonio efectivo, a causa de la mala colocación de créditos.

Controlar el deterioro de los préstamos evita que las entidades financieras comprometan sus ingresos en reservas regulatorias, que pueden acabar incluso con el patrimonio efectivo, tal como sucedió con .

El profesor de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, Enrique Castellanos, sugiere que a la hora de elegir a la institución financiera que custodiará nuestros ahorros, debemos considerar no solo la tasa de interés, sino, su solvencia.

Hoy, entre las entidades que mayor recompensa ofrecen por los depósitos a plazo y CTS, al menos seis registran pérdidas e indicadores de atrasos de hasta 22% de la cartera de créditos, según la información de la ; con lo que surge la pegunta: ¿cuál es la real situación de la salud del sistema financiero?

SOLIDEZ MACRO

De acuerdo con la , ante un escenario de estrés severo, incluso por un periodo de tres años, la solvencia del sistema financiero resistiría, debido a la fortaleza de sus colchones de capital y a las provisiones requeridas por el marco regulatorio, que permitirían absorber la mayor parte de las pérdidas potenciales.

De similar forma, el concluye que ante un escenario adverso de una contracción de la actividad económica y una mayor aversión al riesgo por parte de los inversionistas institucionales, el sistema financiero registraría un deterioro de sus indicadores sin poner en riesgo su solvencia.

Así, en términos macro, nuestro sistema financiero goza de la solvencia suficiente para enfrentar cualquier adversidad.

SOLIDEZ MICRO

En términos micro la historia es diferente. En cada subsistema del sistema financiero como la banca, las financieras, las cajas municipales y las cajas rurales, que captan depósitos del público, existen entidades que lucen una situación financiera favorable y otras, frágil.

Por ejemplo, aunque no se puede generalizar, las empresas de menor escala se caracterizan, en promedio, por ofrecer las mayores tasas de interés por los ahorros y exhibir ratios de deterioro de créditos más altos, además de pérdidas en la operación. En este grupo se encuentran tanto entidades bancarias como no bancarias.

Así, en las empresas con cartera de créditos menores a los S/500 millones hay seis entidades que presentan pérdidas en la operación y una cartera de créditos con atrasos mayor al 10%. Incluso, en cuatro de ellas, la totalidad de las reservas por deterioro de créditos es menor a la que exige la regulación.

Asimismo, en los grupos de entidades con cartera en el rango de S/500 millones y S/1.000 millones y de entre S/1.000 millones y S/4.000 millones, existe al menos una institución con la misma característica del primer grupo.


En el otro extremo están las entidades de mayor tamaño que, en promedio, exhiben altos retornos patrimoniales y bajos ratios de deterioro de créditos, pero ofrecen por los depósitos tasas de intereses por debajo de la inflación esperada. Esta es la principal característica de los cuatro bancos de mayor cuota de mercado.

Otra muestra de la heterogeneidad en la salud financiera de las entidades es el ejercicio que realizó el al desempeño de los créditos otorgados a las pequeñas y microempresas (mypes).

El banco concluye que existen dos grupos de entidades financieras en este negocio. En el primero, se encuentran las cajas municipales y financieras de mayor tamaño que presentan una situación financiera favorable, cuyos créditos a las mypes registran una menor morosidad, desde mediados del 2017, por los ajustes en sus políticas crediticias como la imposición de mayores exigencias en los modelos de selección de deudores y el fortalecimiento de las áreas de riesgos y de seguimiento y cobranza de créditos.

Mientras que existe un segundo grupo en el que están las cajas municipales y rurales que muestran una situación financiera más frágil, cuyos créditos a las mypes han registrado una mayor morosidad al tercer mes del desembolso del crédito, y que viene incrementándose desde el 2015.

A decir de la autoridad monetaria, este pobre desempeño estaría asociado a los deficientes modelos de evaluación de riesgo con los que estas entidades operaron en años anteriores, y que hicieron que aumente aceleradamente su cartera.

“Efectivamente, hay entidades que arrojan pérdidas en sus estados financieros publicados. Lo primero que hay que hacer notar es que, en cifras gruesas, estas empresas representan solo el 2% del total de activos del sistema financiero”, afirma en exclusiva a Día1, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la SBS.

De acuerdo con el funcionario, dichas empresas con pérdidas en su operación se caracterizan por tener una escala muy reducida y con una estructura administrativa muy costosa. Agrega que estas entidades están dispuestas a pagar una tasa más alta por los ahorros, porque afrontan un mayor riesgo.

Por ello, Mogrovejo afirma que el regulador mantiene un constante monitoreo de ellas. Pues, sostiene que algunas están por lograr algún proceso de fusión, un aumento de capital o cambio de estrategia.

“En todas ellas, hay algún tipo de plan en curso y existe un compromiso de mejora de las empresas frente al supervisor”, indica.

El funcionario precisa también que hay un grupo de empresas que reportan pérdidas debido al proceso de crecimiento que afrontan, pero tienen accionistas con el respaldo suficiente que han realizado aportes de capital y lo continuarán haciendo.


RIESGO VS. RENTABILIDAD

El gerente central de Negocios de la , Wilber Dongo, explica que las tasas de interés que pagan las instituciones financieras por los depósitos, en parte, va de la mano con la solidez de cada entidad.

Así, si una entidad luce buenos indicadores financieros, podría no tener incentivos para ofrecer una tasa alta por los ahorros, porque su solvencia la recompensa con la confianza del público.

“Una entidad se gana la confianza del público por el lado de los activos. […] Si se hace una buena gestión crediticia con un buen apetito de riesgo, la mora va a estar siempre dentro de lo esperado por cada entidad; y esa solidez es la que genera la confianza en el público que quiere ahorrar”, comenta Dongo.

Sin embargo, hay entidades como, por ejemplo, Financiera Proempresa y Financiera Efectiva, cuya rentabilidad patrimonial es de 15,1% y 24,9%, respectivamente; cuyas tasas de deterioro de los créditos son de 5,2% y 3,8% de la cartera y el tamaño de su negocio de créditos es inferior a S/500 millones y S/1.000 millones, respectivamente, según los datos de la SBS al cierre de noviembre pasado.

Además en ambas instituciones, sus indicadores de gastos de operación lucen mejores que el promedio de las entidades de igual tamaño.

Pese a esta solidez, Financiera Proempresa paga una tasa de interés de 5,6% por los depósitos a plazo y Financiera Efectiva remunera estos ahorros con una tasa de 5,75%, es decir, están entre las cuatro entidades que mayor recompensa brindan.

Para el profesor Castellanos de la Universidad del Pacífico, el porcentaje de entidades financieras débiles no superaría el 2% de todo el sistema, de ahí que es saludable.

“¿El sistema está bien? Sí, está bien. Siempre por ahí hay una ovejita descarriada. Pero, en términos relativos no es relevante”, comenta.

Si bien la tasa que nos paga una institución por nuestros ahorros es visible, esto no sucede con el riesgo que enfrentan. Por ello, Castellanos sugiere que la SBS publique, además de las tasas de interés de las entidades financieras, la nota de riesgo de la institución.

El catedrático recuerda que las entidades están obligadas a hacer una evaluación financiera por dos clasificadoras de riesgo, que es calificada con una nota que va desde A hasta D.

Por ello, para tomar una decisión para los ahorros es importante mirar más de una variable.

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