(Foto: Bloomberg)
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Juan  Saldarriaga

tendrá una nueva vida después de nueve años de crisis. Hoy se supo que los trabajadores metalúrgicos de en liquidación lograron conseguir el capital que necesitaban para adquirir los dos activos principales de la empresa: el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) y la mina Cobriza.

El anuncio fue efectuado en una asamblea extraordinaria celebrada en la ciudad metalúrgica a las 4 p.m.

En ella, los trabajadores revelaron que un consorcio chino de anchas espaldas financieras se ha comprometido a aportar US$112,3 millones para comprar ambas unidades productivas y reactivar los circuitos de zinc y plomo del CMLO.

El precio final de compra será de US$139 millones, lo que significa que los trabajadores o acreedores laborales tendrán que aportar US$29 millones, respaldados con los papeles que se le adeudan.

Luis Castillo, representante de los trabajadores, reveló el nombre de una de las empresas chinas: Samsel Group, cuyo CEO es Luis San Martín.

Trascendió que la otra empresa sería Shunxing International Group, consorcio diversificado con base en Hong Kong.

PLAZO LÍMITE
El anuncio llega un día después del plazo límite fijado por la Junta de Acreedores de Doe Run (13 de junio) para que los trabajadores consigan el financiamiento requerido.

Como se sabe, estos solicitaron comprar ambos activos luego del fracaso de la última ronda de remates, por falta de quorum. La Junta les dio un mes (del 13 de mayo al 13 de junio), y aprovecharon al máximo ese tiempo.

"El martes 13 de junio a las 2 p.m., cuando vencía el plazo, los trabajadores, acogiéndose a la prórroga para el pago, presentaron al Ministerio de Energía y Minas el pedido respectivo, que será tratado en la junta de acreedores del 2 y 5 de julio", explica Juan Cangalaya, asesor de los acreedores laborales.

Detalla que la carta vino sustentada con la presentación de la fuente de inversión y la oferta vinculante e irrevocable de esta, que les permitirá pagar el saldo del precio, tanto de Cobriza como del CMLO. Los trabajadores dan por descontado que se les aprobará la prórroga.

Trascendió que el nuevo inversionista no solo se ha comprometido a reanudar los circuitos de zinc y plomo del CMLO, sino también a construir 3.000 viviendas para trasladar a los habitantes de La Oroya antigua a un lugar más salubre.

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