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Carly Fiorina: el triste ocaso de una guerrera corporativa - 2
Gonzalo Carranza

En la foto de setiembre del 2001, Carly Fiorina aparece con el cabello rubio y corto, un sastre oscuro de supermujer , el rostro lleno de confianza y el puño derecho chocando con el de Michael Capellas en un gesto de complicidad y celebración.

Fiorina era entonces la CEO de y había acordado, contra viento y marea, la adquisición del fabricante de computadoras Compaq, liderado por Capellas. Era su momento de gloria. El último que disfrutaría ante el ojo público.

La ejecutiva choca los puños con Micheal Capellas, el CEO de Compaq en el 2011. (Foto: Fortune.com)

Fiorina empezó una ascendente carrera en AT&T como ‘trainee’ y llegó hasta vicepresidenta. En 1996, se le encargó separar una división de la empresa en una nueva compañía, Lucent Technologies, donde luego asumió las riendas de la principal división. Fue en ese puesto que la encontró la publicación del ránking de la revista “Fortune” que la situaba como la mujer más poderosa del mundo corporativo. 

Este nombramiento puso a la ejecutiva en boca de todo el mundo y, tan solo un año después, la mítica empresa tecnológica Hewlett-Packard la contrató como su CEO. Por primera vez, una mujer lideraba una de las 20 empresas más grandes del mundo. Y tenía un gran reto por delante: rescatar su declinante negocio de computación. Su apuesta fue comprar Compaq para ganar economías de escala y obtener millonarias sinergias. 

DECLIVE
La tesis de Fiorina no funcionó. La fusión fue un fracaso y la acción de Hewlett-Packard se derrumbó. Algunos miembros del directorio se volvieron en su contra y comenzaron a filtrar a la empresa datos y opiniones negativas sobre la compañía. Así llegó el capítulo más oscuro de su carrera: Fiorina, ansiosa por saber el origen de las filtraciones, habría montado un esquema de espionaje a sus propios jefes, los directores de la empresa. La ejecutiva más poderosa del mundo fue despedida. 

Decidió, entonces, cambiar de giro y dedicarse a la política desde el Partido Republicano.  Fue asesora de la CIA bajo el gobierno de George W. Bush, comentarista de Fox News, consultora en la campaña presidencial de John McCain y en el 2010 se decidió a ser candidata ella misma, buscando un escaño en el Senado por California.

Fue derrotada, pero, en lugar de amilanarse, puso los ojos en la presidencia. El martes 9, el escaso 4,1% de votos que obtuvo Fiorina en las primarias de Nuevo Hampshire puso fin a esa aspiración. No se vio a la ex ejecutiva más poderosa del mundo chocando los puños con nadie.

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