Todos tienen la misma ambición: quieren ser Carlos Brito. Esta es la realidad de los chicos y chicas que ingresan al programa de capacitación de AB InBev, el grupo cervecero más grande del mundo, según “Financial Times” (FT).
El grupo que hoy lidera este brasileño de 55 años adquirió terreno en el mercado mundial gracias a varias adquisiciones, y hoy podría ir por una más: la de su rival SAB Miller. FT indica que la operación estaría valorada en más de US$100.000 mlls. Sería una de las seis más grandes de toda la historia y crearía una empresa de US$275.000 mlls.
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Cuando la empresa adquirió a la estadounidense Anheuser-Busch en el 2008, a Brito no le tembló la mano para despedir gente. “En toda compañía hay un 20% que lidera, un 70% que sigue y un 10% que no hace nada... Ese 10% es, por supuesto, del cual te tienes que deshacer. De todos modos, siempre están descontentos y quejándose”, afirmó el ejecutivo según FT.
SOLO BRITO
En estos tiempos donde se valora el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, Brito afirma no tener ningún pasatiempo y que su vida es la empresa y su familia.
Su gestión en AB Inbev se caracteriza por la reducción de costos. Tanto así que cuando viaja, se queda en hoteles de clase media y vuela en clase económica como todos los demás ejecutivos de la empresa, –salvo cuando son vuelos largos, pues “no torturamos a nuestra gente”–.
Exige que sus empleados se comporten como “emprendedores dueños de sus propios negocios”, comprometidos a construir la empresa y no su currículo.
Brito asegura que las personas solo crecen cuando de tanto en tanto salen de su zona de confort, por lo que en la empresa se promueve el disconfort. A algunos empleados les gusta, a otros no. Y son estos a los que Brito les dice adiós.
El ejecutivo, cuyo atuendo preferido son unos jeans y una camisa, estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad Federal de Río de Janeiro y un MBA en la Universidad de Stanford (EE.UU.). En 1989 se incorporó a la empresa Brahma, que luego pasó a ser AmBev. En el 2005 se convirtió en CEO.
“Fortune” afirma que su marca de liderazgo es la atención a los detalles, y que sigue dando la bienvenida personalmente a cada grupo de practicantes. Se presenta como Brito, y es así como le gusta que lo llamen. No Sr. Brito ni Carlos. Solo Brito.