Productividad y competitividad son claves para darle una mejor calidad de vida a los peruanos.
Productividad y competitividad son claves para darle una mejor calidad de vida a los peruanos.
/ MANUEL MELGAR
Christian Lengua

Falta poco más de seis meses para que los peruanos volvamos a las urnas a elegir al próximo presidente del Perú. Ya se han conocido algunos rostros de , pero no hay mayores detalles de sus planes hasta el momento.

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En materia económica, ¿qué es lo mínimo que se les debe pedir? Al respecto, el ex viceministro de Economía y Finanzas, Enzo Defilippi, señaló que un problema que todo gobierno debería enfrentar es la competitividad y productividad. En ese sentido propuso una serie de claves.

Los peruanos deberían tener una mayor calidad de vida y eso se debe reflejar en los sueldos. Para ello, lo primero es identificar qué actividades son las que van a permitirnos crear los puestos de trabajo. De dónde van a salir esos empleos que aún no tenemos, que sean formales y que además permita a los peruanos estar en la clase media, anotó.

“Se tiene que identificar cuáles son los nuevos motores de la economía. Hay varios que son conocidos como la agroindustria, turismo y minería. ¿Qué se necesita para que esos sectores se desarrollen? Eso es algo que un plan de gobierno tiene que tratar”, apuntó.

Asimismo, el economista se refirió a las regulaciones. “La discusión en Perú es bastante absurda sobre si algo debe o no ser regulado. Una actividad debería ser regulada en la medida que sea necesario”. Añadió que el problema no es que la regulación cubra un número excesivo de sectores, sino que está mal pensada. Por lo que un plan de gobierno podría proponer una comisión que analice las regulaciones en los principales sectores.

Por otro lado, para Defilippi el mercado laboral es un problema complejo, ya que excluye a dos terceras partes de su población. Además, los niveles de productividad de ese 74% informal son demasiado bajos como para cumplir con las regulaciones que pide el Estado, afirmó.

Como cuarto tema, subrayó que no se puede tener un país competitivo en el siglo XXI con un Estado del siglo XIX. En ese sentido, indicó como necesaria una reforma del Estado en dos temas. Por un lado, los recursos humanos del Estado, donde el nivel es muy bajo. Y por otro, cambiar el sistema de control que paraliza la decisión de gasto.

Cualquier programa económico serio ataca todos estos temas, indicó. “Primero debes poner gente con credibilidad a hacer los planes de gobierno. Y personas que tengan algo que perder para ejecutarlos. Porque no solo se trata del candidato presidencial, sino también de su equipo económico”, acotó Defilippi.

EN SEIS CLAVES

Carlos Casas, ex viceministro de Economía y decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, indicó seis puntos claves en torno a las propuestas económicas. En primer lugar, está la mejora de la calidad del gasto, lo que implica reducir la corrupción, y aumentar la eficiencia.

Por otro lado está el tratamiento de la informalidad, ya que “con la base tributaria que tenemos no vamos a llegar a ningún lado”. Indicó que el incremento de la recaudación pasa por cómo se trata la informalidad y cómo se les incorpora al circuito formal de la economía, para que puedan pagar impuestos y cumplir con las contribuciones de sus trabajadores.

Como tercer punto, Casas mencionó la reforma del sistema de pensiones el mismo que es urgente, pero no con las medidas populistas que hay ahora, sino a través de una verdadera mejora. Otra reforma clave, es la del mercado laboral, que merece una revisión importante y una serie de propuestas, mencionó.

Como quinto punto, señaló que la reforma del Estado es urgente para hacer los procesos más eficientes. Todo lo que tiene que ver con inversión pública, compras, presupuesto, tesorería, es decir, sistemas administrativos deberían articularse entre sí y funcionar mejor, expresó.

Por último, el decano manifestó que otra propuesta que debe ser considerada por los próximos candidatos debe ser la reforma del sistema financiero. “No imponiendo controles, sino fomentando más la eficiencia. Aún tenemos tasas de interés que son relativamente elevadas y eso tiene que ver con el riesgo. También se debe considerar la política de bancarización, que va de la mano con la formalidad”, dijo.

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