Hoy, HPO es una de las dos empresas peruanas que comercializan biodiésel en el país, cuenta Samir Abudayeh. (Foto: El Comercio)
Hoy, HPO es una de las dos empresas peruanas que comercializan biodiésel en el país, cuenta Samir Abudayeh. (Foto: El Comercio)
María Rosa Villalobos

Hoy, una de las principales preocupaciones de Samir Abudayeh, gerente general de Heaven Petroleum Operators (HPO), es fomentar el cuidado del medio ambiente dentro del sector hidrocarburos. Este es, sin duda, uno de los motivos por los que ha sido reconocido como 2018, premio que reconoce a aquellos empresarios que transforman el Perú a través de su aporte al crecimiento económico y social.

— ¿Piensan hacer inversiones en energías limpias?
Hay medidas que podemos tomar para amortiguar la falta con el medio ambiente dentro de nuestro propio negocio, incluyendo nuestro negocio fósil [de venta tradicional de combustible]. Dentro de la compañía tenemos desarrollada, por ejemplo, una cultura de limpieza, que incluye nuestros vehículos –que usan 50% de biodiésel–. Además, estamos realizando un estudio para cambiar parte de la energía eléctrica a solar.

— Aunque son una corporación con siete ramas de negocio distintas, su ‘core’ es el biodiésel, combustible amigable con el medio ambiente. ¿Qué tan complejo fue identificar que ese sería su diferencial?
No fue sencillo. Fue un poco de intuición y el hecho de estar investigando el mundo [de hidrocarburos] constantemente. No voy a mentir, al principio fue un tema solamente de negocio: el querer ser líder en una rama del sector hidrocarburos. Sin embargo, luego se convirtió en una convicción y hasta una obligación. Hoy soy un activista. La energía limpia –eólica, solar, de hidrógeno– tiene que dar un paso importante. Hoy el Perú usa un aproximado de 5% [de energía limpia], pero nuestros países vecinos registran 10%. Deberíamos llegar a 20%.

— ¿En qué año comienzan a producir biodiésel?
En el 2004 comenzamos a construir la planta de biodiésel y en el 2008 la inauguramos. Somos una de las dos empresas nacionales que producen este combustible. Llegar hasta donde estamos fue un gran salto, pues la empresa comenzó como un negocio familiar, un grifo ubicado en Lurín.

— ¿En qué momento comienza a nacer HPO como corporación?
Justamente en el momento en que decidimos apostar por el negocio de biodiésel. Con el grifo conocimos la venta de combustible al por mayor. Poco a poco, comenzamos a hacer almacenamiento y distribución. Como el flete era caro, compramos nuestras propias unidades y comenzamos con el negocio de transportes.

— ¿Sigue siendo un negocio familiar?
Es una empresa familiar con una gestión gerencial. Tenemos una filosofía particular. Todos los días hay un directorio en el café [que hay en la compañía]. Todos van llegando y vamos conversando sobre lo que pasó el día anterior. Esto, más allá de los directorios formales. Puedes profesionalizar la empresa, pero el ‘feeling’ familiar es algo que no se debe perder. Aunque ningún gerente es miembro de mi familia, hacemos que se sientan parte de ella.

— ¿Qué se siente ser ahora miembro de la familia LEC?
Es un orgullo que me hayan considerado. Es importante que la gente sepa que existen emprendimientos que pueden servir de ejemplo. Esto va a quedar como testimonio para que los jóvenes puedan aprender de los errores de otros.

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