Consumidor
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Luego de cuatro meses consecutivos de caída, el de Apoyo Consultoría (AC) subió dos puntos en mayo y llegó a 49 puntos. Esto luego de que el indicador tocara fondo en abril y alcanzara su nivel más bajo en seis años. No obstante, las perspectivas de evolución del indicador para este año son conservadoras: no se espera que se siga una tendencia al alza, más bien oscilaría en terreno neutral (50 puntos), detalla Raúl F. Jacob, analista de Estudios Económicos de la consultora. “No creemos que haya una mejora sólida y fuerte este año”, advierte el especialista.

El avance de las expectativas del consumo en Lima se sintió, principalmente, entre las familias limeñas de los niveles socioeconómicos (NSE) A y B, “quienes percibieron una mayor facilidad para encontrar empleo y un menor incremento de precios”, añade Jacob.

LOS PRECIOS
El alza de la en marzo, luego del fenómeno de El Niño costero, vino seguida de una rápida corrección a la baja de los precios en abril y mayo. Esto se ha manifestado en la confianza del consumidor del mes pasado, pues menores precios resultan en un alivio para los ingresos de las familias. “Si tienen un salario que no crece, pero los precios aumentan, su capacidad adquisitiva se va reduciendo”, detalla Jacob.

De hecho, el porcentaje de las familias de NSE A y B que percibieron un alza considerable de precios se redujo en 14 puntos porcentuales con respecto al mes anterior (de 82% a 68%). Jacob explica que la mejora de la confianza de los consumidores de este segmento impacta, en su mayoría, en los canales modernos de venta del sector ‘retail’ (supermercados e hipermercados), mientras que los NSE C, D y E tienen un mayor efecto en el canal tradicional (mercados y bodegas).

EMPLEO
A pesar de la mejora en el indicador, el mercado laboral continúa con perspectivas de poco dinamismo. “El empleo formal está dando tumbos alrededor de cero y no vemos nada que nos haga pensar que va a comenzar a crecer muy fuerte en la segunda mitad del año”, explica el analista.

Según una encuesta realizada por la consultora a sus clientes, la estrategia que estas empresas priorizarán en los próximos 18 meses es la reducción de costos. Esto se traduce en menores contrataciones y disminuye la presión para incrementar los salarios, señala Jacob.
Otro aspecto a resaltar en esta variable es su evolución según el nivel educativo. Mientras que el empleo en Lima entre aquellos con educación de nivel superior se viene desacelerando este año (creció 4,3% en febrero, pero solo 0,7% en abril), el empleo entre las personas de nivel escolar ya acumula casi un año de caídas constantes. Así, esta tendencia impacta mucho más en las familias de los niveles C,D y E, población que acumula una mayor cantidad de personas con este nivel educativo.

HACIA EL 2018
Así, todo parece apuntar a que el consumo se recuperaría, recién, en el 2018, afirma el analista. La mejora estaría ligada a la ejecución de grandes proyectos de inversión como la línea 2 del metro de Lima, las obras de los Juegos Panamericanos, la rehabilitación de Lima este, entre otros.

Lo mismo sucedería con la demanda interna. En el primer trimestre del año, esta cayó 1% y, según Jacob, algo similar sucedería en el segundo trimestre, pero prevé que recupere algo de dinamismo en el segundo semestre. En esta línea, espera que la demanda interna en Lima crezca 2,4% en el 2017 y 5,3% para el 2018.
“Se está dando una estabilización de la economía. Estamos empezando a dejar de caer para ya el próximo año empezar a crecer de nuevo”, finaliza Jacob.

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