Según el INEI, en 10,75% se incrementó la producción del sector alojamiento y restaurantes durante agosto. (Foto: Juan Ponce Valenzuela / GEC)
Según el INEI, en 10,75% se incrementó la producción del sector alojamiento y restaurantes durante agosto. (Foto: Juan Ponce Valenzuela / GEC)
Lorely Requejo

En agosto, la producción nacional creció en 1,68%, según informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). De acuerdo con lo sustentado, este resultado respondió a la evolución favorable que registraron los sectores agropecuario, construcción, comercio, alojamiento y restaurantes, principalmente.

En cifras desagregadas, la producción agropecuaria creció en 3,51% impulsada por la mayor producción de la actividad agrícola. Se observaron mayores volúmenes de aceituna (2287,8%), alcachofa (39,0%), maíz choclo (33%), palma aceitera (20%), palta (17%), papa (16,8%) y cacao (5,6%). Esta situación se vio favorecida por las condiciones climáticas que beneficiaron el desarrollo de los cultivos.

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En tanto, el sector construcción aumentó en 5,62%. Según lo informado por el INEI, la cifra se explica por el dinamismo del avance físico de obras públicas y el consumo interno de cemento (1,28%).

Sobre el primer punto, destacaron las mejoras y ampliaciones de vías de transporte terrestre, el mejoramiento de centros de salud, centros educativos, locales de entidades públicas, ejecución de trabajos de protección de ribera de ríos; así como obras de servicios de agua y desagüe.

En cuanto al segundo, se resaltó que el incremento del consumo interno de cemento es explicado por la continuidad de obras privadas.

“Es el caso de proyectos inmobiliarios, habilitación de nuevos centros urbanos, ampliación y remodelación de oficinas y otros proyectos relacionados a plantas industriales, entre los principales”, informaron.

Sector Alojamiento y Restaurantes

Según el INEI, en 10,75% se incrementó la producción del sector alojamiento y restaurantes durante agosto. Ello respondió al desempeño favorable del subsector restaurantes (10,39%) y de alojamiento (64,85%).

“En el resultado del subsector restaurantes influyó el mayor flujo de comensales por efecto de la ampliación de las horas de atención debido a la eliminación del toque de queda, avance en el proceso de vacunación, atención sin límites de aforo dentro de los establecimientos y en lugares al aire libre, el incremento de la cobertura del servicio delivery, reestructuración de espacios y alianzas comerciales con entidades financieras y supermercados”, comunicaron.

Los sectores que retrocedieron

Durante el mes de análisis, la producción del sector pesca se redujo en 14,75% ante la menor extracción de especies de origen marítimo orientada al consumo humano directo, para la preparación de curado, congelado y para consumo en estado fresco.

Sin embargo, indicaron, aumentó el desembarque de anchoveta para consumo humano indirecto (harina y aceite de pescado). Asimismo, la pesca de origen continental disminuyó en 4,40% por la menor extracción de especies destinadas al consumo en estado fresco.

Asimismo, señalaron que el sector minería e hidrocarburos se redujo en 5,01% por el desempeño negativo de la actividad minero metálica en -4,23%, explicado por los menores volúmenes de producción de estaño, molibdeno, plata, hierro, zinc, cobre y plomo; mientras que, aumentó la producción de oro. Asimismo, el subsector de hidrocarburos se contrajo en 10,37% asociado a la menor explotación de líquidos de gas natural; en tanto que creció gas natural y petróleo crudo.

“La contracción de la actividad minera metálica en agosto de 2022 estuvo asociada a un menor tonelaje procesado en las plantas concentradoras, aunado a baja ley en los minerales tratados, a los que se sumó la persistencia de la conflictividad social en las zonas de influencia de las operaciones mineras”, resaltaron.

En cifras acumuladas, en el período enero-agosto de este 2022, la economía nacional aumentó en 3,02%.

Análisis de los resultados

En opinión de Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research Perú, las cifras observadas son menores a las registradas durante el primer semestre de este año. “Estamos en un entorno de desaceleración como se venía anticipando, que el segundo semestre iba a ser un poco más complicado”, remarcó el especialista en conversación con El Comercio.

En esa línea, recordó que las condiciones externas se han deteriorado. Por ejemplo, reflejado en las subidas de las tasas de interés y el menor crecimiento de la economía internacional. En tanto, en el plano local, refirió que se observa una disipación del efecto rebote.

“Algunos sectores, como la minería metálica, está mostrando algunos problemas en el normal desenvolvimiento de sus operaciones”, precisó.

“Lo que se requiere en este momento son señales que consoliden un entorno de mayor confianza y mejor clima para los negocios. La misma confrontación por el lado político genera mucho ruido y eso está deteriorando el ánimo empresarial para invertir”, manifestó Perea.

En tanto, Luis Miguel Castilla, director de Videnza Instituto, destacó que el crecimiento del sector construcción se dio, principalmente, por el impulso de los gobiernos regionales y locales en las obras públicas.

Así también, refirió que la caída de la producción minera se reflejó debido a los problemas que hubo en el manejo de conflictos y la paralización de obras. “Eso debe llamar a la reflexión, porque no podemos darnos el lujo de parar la producción minera, y principalmente, a causa del manejo deficiente”, subrayó.

Perspectivas

En opinión de Perea, para el próximo año existen dos fuerzas contrapuestas ante un panorama internacional más complejo.

“Parece que economías importantes [como Estados Unidos y Europa] van a enfrentar una recesión. Eso significará menos demanda por nuestros productos, podría afectar el precio del cobre, etc. Pero, por el lado local, [...] Quellaveco va a ser un factor que debería dinamizar la economía a pesar del entorno complicado que se viene desde afuera”, comentó el especialista.

A su turno, Castilla consideró que este es un momento en el cual, ante un potencial enfriamiento de la economía, es necesario que el gobierno acelere su ritmo de gasto.

“En línea con las nuevas proyecciones que ha sacado el FMI y los gobiernos internacionales, se viene una época muy difícil porque la probabilidad de una recesión global se ha visto incrementada significativamente y la necesidad de [aumentar] las tasas de interés por parte de la reserva federal son mucho mayores de lo anticipado”, reflexionó el especialista.

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