Las mascotas son una parte escencial de nuestras vidas (Foto: Gustavo Fring / Pexels)
Las mascotas son una parte escencial de nuestras vidas (Foto: Gustavo Fring / Pexels)
Christian Lengua

La idea nació hace cuatro años, cuando vieron por Internet esta novedosa propuesta. Un año después el proyecto ya tenía nombre: Semillas de Vida. Lo que ofrecen es darle un final distinto a la que fallece, y convertir sus cenizas en una planta o un .

Para ello, traen de Barcelona la urna biodegradable Bios, diseñada para convertir las cenizas en plantas. Ello, tras obtener los derechos para su distribución y exclusividad en el Perú.

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Empezaron la campaña en redes sociales, colocando las urnas en algunas veterinarias y se asociaron con un crematorio de mascotas en Lima.

Gonzalo Valera, gerente comercial de Semillas de Vida, indicó que la urna permite a la planta o árbol que será cultivado, nutrirse de las mismas cenizas. Trae incorporados las vitaminas y minerales que permitirán que sea más resistente y simple de cuidar.

Semillas de Vida ofrece cuatro tipos de semillas de árboles: jacarandá, guaranguay, molle costeño y acacia, las cuales tienen la particularidad de reconocer el espacio de su entorno y detener su crecimiento, por lo que se pueden mantener en una maceta o en un jardín.

“El servicio consiste en que nos contacten desde la cremación [de la mascota] o, si ya tienen las cenizas en casa, los ayudamos en todo el proceso de sembrado. Nosotros dejamos la planta lista para que solo tenga que regarse un par de veces a la semana”, explicó Valera. El servicio tiene un costo de S/ 249.

La idea de este emprendimiento, señaló el gerente, es darle a las mascotas un cierre más emotivo del que normalmente se les da.

“Darles la opción de que la vida, de cierta manera, continúe. Además, puedes retribuir en cierta manera al medioambiente. La idea es que los árboles perduren años después, cuando nosotros ya no estemos”.

También hay un tema medioambiental, ya que Valera y sus otros tres socios tienen la visión de crear un camposanto de mascotas. “En lugar de que sea un lugar lúgubre, puede ser un pequeño bosque en medio de la ciudad”, explicó.

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