Los precios del cobre caían el lunes ante la preocupación por una segunda ola de coronavirus y la incertidumbre acerca de si la demanda se recuperará pronto o si se mantendrá contenida por más tiempo.
A las 0958 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 1,1% a US$ 5.722 por tonelada.
Los estímulos de los bancos centrales desataron compras la semana pasada, ayudando a impulsar un aumento en el precio del cobre a 5.928 dólares, un alza de 35% desde mediados de marzo y su nivel más alto desde fines de enero.
El nivel de soporte principal para el cobre es de US$ 5.660, donde actualmente se ubica el promedio móvil a 200 días.
“Una segunda ola está en parte detrás de la caída”, dijo Richard Fowler, estratega de Simpson Spence Young. “Pero que la tendencia alcista se mantenga intacta dependerá de si la demanda está diferida o si ha cambiado significativamente”.
Varios distritos de Pekín instalaron puestos de control de seguridad, cerraron escuelas y ordenaron a las personas que se hicieran la prueba de COVID-19 el lunes después de un aumento inesperado de casos vinculados al mayor mercado de alimentos al por mayor en Asia.
También en China, las fábricas aumentaron su producción por segundo mes consecutivo en mayo, aunque el alza más débil de lo esperado apunta a que la recuperación sigue siendo frágil.
Varias asociaciones de sindicatos de minería de cobre en Chile llamaron el domingo a evaluar la continuidad de las operaciones en el país, que no ha sido afectada pese al sostenido aumento de contagios de coronavirus en el mayor productor mundial del metal.
Entre otros metales, el aluminio caía un 0,7% a US$ 1.573, mientras que el zinc bajaba un 0,4% a US$ 1.969 y el níquel perdía un 0,2% a US$ 12.640 la tonelada.