El dorado panorama del oro: Sube y podría seguir subiendo
El dorado panorama del oro: Sube y podría seguir subiendo
Gonzalo Carranza

Al término de las exposiciones sobre el futuro de la minería aurífera en el XII Simposium Internacional del Oro y la Plata, queda la impresión de que es un buen momento para tener la medalla dorada en producción de este metal en la región y el quinto puesto en el mundo. 


Aunque ya nadie espere que el oro vuelva a rozar los US$2.000 por onza, tampoco parece que bajará de nuevo hasta su piso reciente de US$1.000. Así, el rally del oro podría continuar este año, incluso cuando el avance observado en lo que va del 2016 es calificado como “sin precedentes” por Aram Shishmanian, presidente ejecutivo del World Gold Council (ver infografía). 

Oferta limitada
John Bridges, analista de JP Morgan, enfatizó en su ponencia los factores de oferta que podrían impulsar el precio del oro. “El cambio tecnológico no le está siguiendo el paso al declive de la producción”, afirmó.

Para el especialista, anteriores aumentos del precio del oro han ocasionado un crecimiento en las reservas del metal, posibilitadas no solo por el hallazgo y desarrollo de nuevos proyectos, sino por el cambio tecnológico. Así, en el último ciclo alcista de producción, se introdujeron la lixiviación por pilas y nueva maquinaria de gran tamaño.

Mostrando un gráfico que ilustraba la muy sensible relación entre la oferta y el precio del oro, Bridges constató una ley universal: “la menor producción debería ayudar a aumentar los precios”. 

Bien protegidos
Shishmanian, por su parte, resaltó que la demanda financiera de oro tiene potencial para crecer dada la incertidumbre en los mercados financieros. “El oro es una divisa sin país, sin deudas, sin ‘maquinita’ y sin dependencia de un algoritmo”, afirmó el ejecutivo.

Shishmanian estimó que los bancos centrales seguirán siendo compradores netos, como desde el 2010. “Ha sido un cambio fundamental en su comportamiento”, afirmó.

Por otro lado, los fondos de pensiones y aseguradoras recurrirán al oro como refugio de valor en un entorno de tasas de interés negativas, particularmente en Europa y Japón. De hecho, como resaltó Shishmanian, un tercio de la deuda soberana global ya ofrece rendimientos negativos. 

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