(Foto: AFP)
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Redacción EC

Por Gerbo Pacchioni, director de Property & Casualty de Aon Perú

El jueves 07 de septiembre en la noche ocurrió un fuerte con magnitud de 8,2 en la escala de Richter, cuyo epicentro estuvo a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, en la costa del Pacífico del estado de Chiapas (sureste), según el informe más reciente del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

Este potente sismo ha cobrado más de 30 víctimas mortales hasta el momento y cuantiosos daños materiales, afectando no solamente a muchas viviendas, sino que también a muchas empresas que, debido a los daños, se han visto obligadas a suspender sus operaciones, impactando en los resultados esperados de sus negocios. Por ejemplo, la petrolera estatal Pemex ha tenido que suspender temporalmente y de forma preventiva las operaciones en su refinería de Salina Cruz en Oaxaca para evaluar posibles daños.

Asimismo, el mismo jueves se produjo otro sismo en Guatemala que alcanzó una escala Richter de 7,3, dejando a decenas de personas heridas, así como también cuantiosas pérdidas materiales.

Por otro lado, el Caribe viene siendo fuertemente afectado por el huracán Irma, el cuarto de la temporada en el Atlántico, y ha sido considerado uno de los más potentes y peligrosos que se han registrado en la historia. Los vientos producidos por Irma han alcanzado casi 300 kilómetros por hora, generando fuertes daños en el Caribe – Barbuda, San Martín, Islas Vírgenes, Puerto Rico, República Dominicana y Cuba – siendo el mismo considerado como categoría cinco.

El huracán Irma llegó a la Florida el domingo 10 de setiembre como categoría cuatro, con vientos de hasta 245 km/h. Entre los daños que dejo su paso estuvieron las líneas del tendido eléctrico que dejaron sin energía unas 5,8 millones de casas y empresas en Florida, según datos estatales, así como también, al Aeropuerto Internacional de Miami, que tuvo que paralizar sus vuelos de pasajeros hasta el lunes 11/09.

Otro ciclón tropical de similar envergadura también azotó la Costa Atlántica el mes pasado, afectando principalmente la ciudad de Houston en Estados Unidos. El huracán Harvey causó más de 60 pérdidas humanas y obligó a cerrar el puerto de la ciudad, considerado el segundo más importante del país.

El fuerte impacto por las pérdidas materiales y sobre todo la paralización de muchos negocios en las zonas afectadas, es probable que genere un incremento en los precios futuros del mercado asegurador.

El posible impacto en mercado de seguros y reaseguros se podría dar debido a que gran parte de las zonas afectadas están protegidas por programas de seguros, los cuales tendrán que responder frente a esas cuantiosas pérdidas.

Finalmente, una vez que los ajustadores determinen cuál será el verdadero costo del mercado asegurador mundial frente a estos desastres, podríamos estar frente al fin del mercado blando de seguros, donde las tasas estuvieron a la baja justamente debido a que no habían ocurrido a lo largo del año pasado eventos de tal magnitud a nivel global como los que estamos viviendo en estos últimos días.

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