El adiós de Janet Yellen, ¿cuál es su legado a la FED?

En el 2013, el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) rompió paradigmas y nombró a la primera presidenta de la historia de la Reserva Federal (FED): Janet Yellen.

La economista, con PhD de Yale, enfrentaba el desafío de desmontar el plan de estímulo monetario más ambicioso de la historia económica; un reto que se veía como una ‘papa caliente’ que le dejó su antecesor, Ben Bernanke.

Hace cuatro años, la tasa de interés era 0% y aún existía el famoso ‘quantitative easing’ (QE), un programa extraordinario de compras de activos. Hoy, la tasa está en 1,5% y el QE llegó a su fin; un logro que muestra que a la FED –que Yellen deja el 3 de febrero– no le faltan municiones para retomar posturas más expansivas, en caso haya algún choque negativo.

Yellen llegó a la jefatura del banco central en medio de escepticismo e, incluso, de comentarios machistas de quienes la veían ‘a la sombra’ de su esposo, el ganador del Nobel de Economía en el 2001, George Akerlof. Ahora, las cifras económicas que deja hablan por sí solas de sus méritos.

Desde el 2013 se crearon 17 millones de empleos en EE.UU., la inflación está cerca de su meta y la actividad económica crece sostenida. Ayer, en su última conferencia de prensa al mando del banco central estadounidense, abordó cuatro temas claves antes de despedirse del cargo que la llevó a ser considerada la sexta persona más poderosa del mundo.

REFORMA TRIBUTARIA

Yellen detalló que los recortes de impuestos –sobre los que el Senado y la Cámara Baja llegaron a un acuerdo ayer– no tendrían el impacto sobre el crecimiento que espera la administración de Donald Trump.

Mientras el mandatario cree que la reforma tributaria aceleraría el crecimiento hasta 4% anual, la economista prevé que ese empuje sería “modesto” en los próximos años.

“El paquete va a empujar la inversión y el consumo hasta cierto punto. Así, más inversión podría empujar la formación de capital y productividad, elevando el PBI potencial. Sin embargo, es incierto qué tan grandes sean los efectos”, dijo.

Así, la trayectoria de las tasas de interés en EE.UU. debería ser continuar con los incrementos graduales durante los próximos dos años si se mantiene la fortaleza macroeconómica.

Sin embargo, alertó que el déficit que causaría la reforma tributaria (estimado en US$1,5 billones para los próximos 10 años) es algo “preocupante” porque la deuda pública podría subir de manera insostenible y el espacio fiscal podría ser limitado.

EMPLEO

La FED estima que este año EE.UU. terminaría con solo 3,9% de personas desempleadas y eso refleja solidez en el mercado laboral, según Yellen. No obstante esto, los salarios todavía no se muestran dinámicos, lo que evidencia que no hay un sobrecalentamiento en este mercado. Este fenómeno podría responder a que la productividad está creciendo lentamente, anotó.

INFLACIÓN

La tarea que queda pendiente –y Yellen lamentó no haber podido alcanzar– es llevar la inflación de vuelta a la meta de 2% anual de la FED. Devolverla a esos niveles es algo que debe ser prioritario y se mostró confiada en que se logre.

La razón de la debilidad de los precios es que ha habido factores transitorios jugando en contra de la FED.

“En el 2016 la inflación se acercó mucho a 2%. Estamos en un camino ascendente, pero este año parece haber una secuencia de sorpresas negativas, como la bajada de precios de los planes de telefonía celular”, detalló.

SISTEMA FINANCIERO

La crisis del 2008 estalló en el sector financiero. Hoy los indicadores de estabilidad financiera no tienen luces rojas, ni siquiera ámbar, según Yellen. Sin embargo, la economista no se refirió a los cambios regulatorios implementados en el sector desde la crisis. Uno de los motivos de Trump para elegir como su sucesor a Jerome Powell es que está dispuesto a flexibilizar esas regulaciones.

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