Hoy Argentina tienen una relación con el FMI que consiste en la revisión de su macroeconomía. Pero el último acuerdo se firmó en 2003 a raíz de desencuentros con el organismo.
Hoy Argentina tienen una relación con el FMI que consiste en la revisión de su macroeconomía. Pero el último acuerdo se firmó en 2003 a raíz de desencuentros con el organismo.
Redacción EC

El último acuerdo firmado entre  y el fue en setiembre de 2003, por cerca de US$8.900 millones. 15 años después, el Gobierno argentino ha recurrido nuevamente al organismo para solicitar un auxilio financiero, en un contexto de escalada imparable del dólar, inflación de más de un dígito (24,8% en 2017) y déficit fiscal.

Este martes Mauricio Macri, presidente de Argentina, anunció que decidió iniciar conversaciones con la entidad. Agregó que Christine Lagarde, directora gerente de la entidad, confirmó que "hoy mismo" arrancaba el trabajo conjunto para elaborar un acuerdo que le permita a la nación avanzar en su plan de crecimiento económico.

"Esto nos va a permitir avanzar en este plan de crecimiento y desarrollo, dándonos respaldo para enfrentar este escenario global y evitar crisis como las que hemos tenido", dijo el presidente argentino.

Por su parte, el ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, señaló que la asistencia que pide el país es "preventiva" pero no aportó mayores precisiones del acuerdo.

"He hablado hoy a la mañana con Christine Lagarde, luego ella conversó con el presidente y los detalles en términos de fondos hoy no podemos darlos a conocer porque simplemente estamos conversando", remarcó el funcionaro.

Dujovne agregó que actualmente el FMI es "muy distinto" al de la crisis de 2008, cuando, explicó, muchos países desarrollados acudieron al fondo para sostener "políticas contracíclicas expansivas que permitieran morigerar" su "impacto".

En paralelo, Lagarde confirmó que se encuentra en conversaciones con Argentina para brindar la asistencia financiera requerida y enfatizó que este país es "un valioso miembro" del FMI.

Christine Lagarde y Mauricio Macri en marzo de este año.
Christine Lagarde y Mauricio Macri en marzo de este año.

"Agradezco la declaración que el presidente Macri hizo hoy y espero con interés continuar nuestra colaboración con Argentina", agregó.

EL CONTEXTO

El País explicó que este pedido de ayuda financiera, que supone un alto costo político para Macri, es "la historia de un fracaso". Ello a raíz de que Argentina, durante años, acusó al FMI de ser el culpable de fuertes ajustes y severas crisis económicas.

En la mente de muchos argentinos, el fondo se relaciona a ajustes financieros; especialmente por lo ocurrido en el 2001, cuando retiró el financiamiento al gobierno de Fernando de la Rúa.

En ese momento, el FMI fue cuestionado tanto en el país latinoamericano como a nivel global.

Por su parte, el kirchnerismo (Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner) siempre criticó a la institución, en línea con otros gobiernos de izquierda que marcaron la pauta en sudamérica por casi 15 años. En 2006, el entonces presidente Néstor Kirchner canceló el total de la deuda que Argentina tenía con el organismo.

Este pago les permitió evitar las visitas técnicas de evaluación que están obligadas a pasar los países socios del fondo. En un contexto de crecimiento económico de los países emergentes a raíz del incremento en el precio de materias primas, Argentina se estuvo financiando con deuda interna, en pesos, pero la situación cambió una vez que Macri asumió la presidencia.

Ahora, la exposición en dólares de la deuda argentina es mucho mayor que la de sus pares emergentes: entre 2016 y 2017, el Gobierno emitió títulos por US$59.000 millones, casi el doble que Arabia Saudita, el segundo en el podio, y el triple que Indonesia, que está en tercer lugar.

En ese contexto, el mandatario argentino no tenía otra opción que se ajustara más a las necesidades del país en este momento; dado el contexto actual para mas monedas de la región y en donde el peso argentino es una de las más vulnerables.

 La divisa alcanzó los 23.50 pesos a media mañana, pese a las medidas extraordinarias para evitarlo. Asimismo, la semana pasada el banco central de Argentina subió de 32,25% a 40% las tasas de interés, en un intento por desalentar a los inversores que huían a toda velocidad del peso y se volcaban a la moneda norteamericana.

Esta última medida de urgencia sirvió de salvavidas para los mercados, pero solo duró hasta hoy. La Bolsa argentina, además, registró una caída de casi 5% a mitad de su jornada.

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