El cronograma propuesto por la Reserva Federal de Estados Unidos para reducir sus compras de bonos del Tesoro no está cerrado y depende de la evolución económica, según indicará hoy el presidente del banco central estadounidense Ben Bernanke.
Dado que nuestras compras de activos dependen de acontecimientos económicos y financieros, de ninguna manera están sujetos a un curso fijo, señala Bernanke, quien concurre hoy al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, en el texto de su intervención, divulgado antes de la audiencia.
Bernanke reiterará su posición expresada a mediados de junio según la cual la Reserva Federal (Fed) cree que será adecuado moderar el ritmo de compras en los meses próximos de este año y terminarlas alrededor de mediados del año próximo.
La Reserva inició en el otoño pasado(hemisferio norte) un programa de estímulo a la economía mediante la adquisición de unos US$85.000 millones mensuales en bonos del Tesoro.
DECISIONES COMPLICADAS Si las condiciones económicas mejoraran más rápido que lo esperado el ritmo de compra de activos podría reducirse un poco más rápidamente, señalará Bernanke en su intervención de hoy.
Pero si el panorama se tornara relativamente menos favorable el ritmo actual de compras podría mantenerse durante más tiempo, añade.
Bernanke considera que la economía de Estados Unidos, cuatro años después de terminar la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, continua siendo vulnerable y existe el riesgo de que una disputa en el Congreso sobre el límite del endeudamiento pueda dañar la reactivación.
Con un índice de desempleo que sigue siendo alto (7,6 %) y disminuye sólo gradualmente, y una inflación que está por debajo del objetivo de más largo plazo de la Reserva, la política monetaria altamente acomodaticia seguirá siendo adecuada para el futuro próximo, señala Bernanke.