La bonanza económica que ha experimentado América Latina y el Caribe en los últimos años comienza a diluirse, de acuerdo a expertos reunidos en la conferencia anual en Washington de CAF, un banco multilateral de promoción del desarrollo económico latinoamericano.
El ritmo anual de crecimiento económico para los próximos años se situará en torno al 3%, calificado de insuficiente por el presidente del organismo, Enrique García.
El viento a favor de los últimos años va a desaparecer. Ahora debemos avanzar por nosotros mismos, dijo por su parte Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
La secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, sostuvo que el motor de la exportación ha empezado a decrecer y que la región deberá acostumbrarse a un crecimiento mediocre en el futuro cercano.
ELEMENTOS NEGATIVOS En tanto, el director del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, aseguró: Puede que hayamos sobreestimado el potencial de crecimiento de la región, señaló y agregó que el panorama del futuro será más complicado.
Werner advirtió de dos elementos negativos que inciden en la pérdida de vigor del crecimiento y afectan las perspectivas de la región.
Por un lado, hizo hincapié en el cambio significativo en las expectativas de China, cuyo estimación de crecimiento se ha reducido y es uno de los principales socios comerciales de América Latina.
Y, por otro, la previsible normalización de la política monetaria en Estados Unidos debido a su recuperación económica tendrá como consecuencia mayores dificultades de acceso a financiación barata para la región, explicó Werner.
Las positivas tasas de crecimiento que experimentó América Latina en los últimos años ayudaron a que millones de personas salieran de la pobreza, pero eso no evitó que grandes sectores de las sociedades de esos países se sintieran excluidos de los beneficios de la prosperidad. Prueba de ello son las violentas y extensas manifestaciones de protesta social que se han presenciado en países como Brasil o Colombia en los últimos meses, señala Luis Fajardo de BBC Mundo.