El presidente Sebastián Piñera busca resolver el problema aumentando las contribuciones de 10% de los salarios a 14%, a costa de los empleadores.
El presidente Sebastián Piñera busca resolver el problema aumentando las contribuciones de 10% de los salarios a 14%, a costa de los empleadores.
Agencia Bloomberg

El gobierno de ha cedido a la presión de la oposición para obtener apoyo para una de sus políticas bandera: aceptar limitar el papel de los fondos de privados () a medida que el sistema se expande.

La Cámara Baja votó 84-64 para debatir las propuestas de reforma pensional, después de que el gobierno incluyera la creación de una entidad estatal para administrar las contribuciones adicionales pagadas en cuentas de ahorro por parte de los empleadores.

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Los fondos de pensiones privados de Chile, o AFP, aunque alabados por muchos economistas en el extranjero como una solución a los pasivos pensionales gobierno, tienen un problema de popularidad en Chile. En 2016, cientos de miles salieron a las calles para protestar por las escasas pensiones pagadas por los fondos establecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet. Durante la votación de hoy, la mayoría de los legisladores de la oposición sostuvieron pancartas que decían "No más AFP".

"Cualquier reforma que no elimine las AFP no será lo suficientemente popular", asegura Patricio Navia, un analista político chileno. “Las expectativas de la gente son demasiado altas. Una reforma razonable aumentaría la pensión mínima y ayudará a aumentar las pensiones futuras, pero no le dará al gobierno un impulso significativo en términos de popularidad".

El sistema de pensiones pionero de Chile obliga a todos los trabajadores a ahorrar 10% de su salario en cuentas individuales administradas por las AFP, algunas de ellas controladas por empresas con sede en Estados Unidos, como Metlife Inc., Prudential Financial Inc y Principal Financial Group.

Si bien los ahorros, que en 2018 totalizaron US$203.000 millones, o casi 70% del producto interno bruto de Chile, permitieron la creación de un mercado de capitales fuerte, muchos chilenos no han visto los beneficios. Para quienes no lograron ahorrar lo suficiente, como las personas que trabajan en la economía informal o aquellas con largos periodos de desempleo, especialmente mujeres, las pensiones miserables estuvieron muy por debajo del salario mínimo en el momento de la jubilación. Incluso después de que el gobierno estableciera una pensión mínima para los muy pobres en 2008, continuaron las protestas contra el sistema.

El presidente busca resolver el problema aumentando las contribuciones de 10% de los salarios a 14%, a costa de los empleadores. La reforma también impulsará el "pilar de solidaridad", la red de seguridad para los pobres financiada por el gobierno.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos dijo que el proyecto de ley de pensiones iba en la dirección correcta.

"El proyecto de ley aumenta los ahorros y expande el sistema de solidaridad para los ciudadanos más pobres", dijo Pablo Antolín, economista principal de la unidad de pensiones privadas de la OCDE, en una entrevista con el programa de radio Pauta Bloomberg. Sin embargo, incluso con más dinero destinado a cuentas privadas, el ahorro de 14% de los salarios puede ser insuficiente para garantizar pensiones adecuadas. "La OCDE recomienda un número más cercano a 18% o 20%", dijo Antolín.

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