La agencia Fitch ha retirado la máxima calificación crediticia (AAA) a Francia y la ha bajado un escalón, hasta AA+, debido a las incertidumbres sobre el futuro crecimiento de su economía y el avance de la crisis económica en la eurozona.
La agencia dio como razones para su decisión su pronóstico sobre la evolución de la deuda pública bruta de Francia, que considera que alcanzará el 96% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014.
Fitch aludió también a la incertidumbre en la evolución de la crisis en la eurozona y a que las previsiones de crecimiento económico de Francia son sustancialmente más débiles de las hechas anteriormente por la agencia.
Además, Fith recordó el dato de desempleo francés, que alcanzó un máximo del 10,9% en mayo de 2013 y destacó que es un nivel récord en los últimos quince años.