El secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew, dijo hoy que el Congreso debería de aumentar el techo de endeudamiento antes de la fecha límite fijada para el 7 de febrero y evitar así la ansiedad que se generó en octubre pasado.

Estados Unidos mantuvo al mundo en vilo hace tan solo unos meses, cuando la polarización política en Washington colocó al país al borde de la suspensión de pagos e impidió que se alcanzara un acuerdo para aumentar el techo de endeudamiento federal de US$16,7 billones hasta el mismo día en que vencía el plazo, el 17 de octubre.

Líderes de ambos lados (del espectro político) han dicho que necesitamos extender el límite de la deuda, afirmó hoy Lew en un foro empresarial organizado por el diario The Wall Street Journal en el que también participará el presidente Barack Obama esta tarde.

No podemos volver a pasar por el tipo de proceso que generó tanta ansiedad en septiembre y octubre, aseguró el titular del Tesoro, quien pidió al Congreso actuar cuanto antes, algo que dijo beneficiará tanto a EE.UU. como a la economía global.

Recordó que la oposición republicana ha reconocido que no fue una buena experiencia ni para el país ni para ellos políticamente.

Sé cuál es la respuesta correcta, afirmó Lew. La respuesta correcta es extender el límite de la deuda con mucho tiempo de antelación y no tener ninguna sensación de crisis, añadió.

Precisó, con todo, que el Tesoro podrá usar medidas de emergencia que permitirán al Gobierno seguir pidiendo dinero prestado durante alrededor de un mes más una vez que venza el plazo límite fijado para febrero.

CAMBIOS EN EL LÍMITE DE DEUDA Añadió, por lo demás, que los legisladores deberían de considerar reformar el límite de endeudamiento del país algo que en su opinión podría prevenir crisis similares a las vividas recientemente y el consiguiente impacto negativo sobre la mayor economía mundial.

Creo que la reforma del límite de la deuda es algo que probablemente deberíamos de considerar, afirmó Lew, quien no sugirió cambios específicos, aunque sí insistió en que EE.UU. tiene que honrar sus deudas.

El Congreso y la Casa Blanca accedieron en agosto de 2011 a recortes del gasto a cambio de un aumento en el techo de endeudamiento federal.

La residencia oficial aseguró posteriormente que no aceptaría volver a negociar cambios fiscales a cambio de un aumento del techo de la deuda.

Durante su participación hoy en el foro, Lew afirmó también que un acuerdo presupuestario en el Congreso, aunque no sea de gran alcance, inyectaría una buena dosis de confianza en la economía.

Restó peso, con todo, a la posibilidad de un gran acuerdo en materia de gasto e impuestos.

El desafío de hacer algo realmente grande es que ambos bandos tendrán que tomar decisiones muy difíciles, dijo Lew.

Los legisladores estadounidenses acordaron en octubre dotar de fondos para el funcionamiento del Gobierno hasta el 15 de enero, cuando, de no alcanzarse un acuerdo, podría producirse un cierre parcial de los servicios de la Administración similar al vivido en octubre.