Si se habla de Margaret Thatcher y América Latina, lo primero que puede venir al recuerdo de muchos es la guerra de Malvinas o Islas Falklands. Pero algunos creen que la ex primera ministra británica fallecida este lunes tuvo otra influencia menos visible para la región: la económica.
Las privatizaciones y recortes al Estado Benefactor de los gobiernos de Thatcher (1979-1990) son vistas como un precedente de políticas liberales que luego inspiraron a otros en todo el mundo, incluida Latinoamérica.
La ola de venta de empresas públicas y desregulación de mercados en la región durante la década de 1990 es atribuida al Consenso de Washington impulsado por organismos financieros internacionales, pero hay quienes señalan que la Dama de Hierro fue un ejemplo práctico de cómo aplicar esas recetas.
Margaret Thatcher tuvo impacto por su universalidad, sostuvo Pedro Cezar Dutra Fonseca, un economista brasileño y exvicerrector de la Universidad Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS).
EJEMPLO BRITÁNICO Durante su gestión, y en particular tras ser reelecta en 1983 con la popularidad que le dio el triunfo bélico contra Argentina en las Malvinas o Islas Falklands, Thatcher privatizó las empresas estatales de teléfono, gas, agua, electricidad y la línea aérea British Airways.
Esto fue considerado una realización práctica de las ideas liberales de intelectuales como Milton Friedman o Friedrich Hayek, de gran influencia en el pensamiento de Thatcher.
Dutra Fonseca afirmó que ciertos resultados positivos a corto plazo en Reino Unido dieron legitimidad a la agenda de reformas de Thatcher, aunque su legado a largo plazo es más discutible.
La revolución privatizadora de la señora Thatcher se extendió por todo el mundo, señaló un artículo publicado este lunes por la revista británica The Economist tras la muerte de la ex primera ministra por un derrame cerebral a los 87 años.
La nota citó los ejemplos de Rusia e India y sostuvo que a lo largo de América Latina los gobiernos abrazaron la liberalización de mercados.
Lo hayan hecho bien o mal, todos miraron al ejemplo británico, agregó.
FIRMEZA El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) elogió la firmeza de Thatcher para impulsar su programa y, aunque negó que lo haya inspirado personalmente, sostuvo que sus ideas tuvieron influencia en Brasil, y en países como Argentina y Chile.
Mucha gente pasó a tener una visión más pro mercado, más pro liberalización en función de ella. No era mi camino, dijo Cardoso en una entrevista con BBC Brasil.
Cardoso promovió privatizaciones de empresas como Telebrás y Vale do Rio Doce, pero sostuvo que lo hizo por la necesidad de modernizar ciertos sectores y reivindicó la fuerza reguladora del Estado.
Durante sus gobiernos, Thatcher logró que los sindicatos perdieran fuerza y eso fue visto como un ejemplo por gobernantes en la región.
Ignacio de Posadas, un exministro uruguayo de Economía que en la década de 1990 impulsó políticas liberales, sostuvo que Thatcher fue un mejor modelo que el régimen militar chileno de Augusto Pinochet, que algunos ven como pionero del liberalismo en la región.
Lo de Margaret Thatcher, más allá de la contundencia, el estilo y la brusquedad, era un gobierno democrático, explicó a BBC Mundo. Entonces era mucho más fácil verse reflejado o buscar inspiración si se quiere en la Inglaterra de Thatcher que en el Chile de Pinochet.
¿VIGENCIA? Sin embargo, otros observadores descartan que Thatcher haya influido con demasiada fuerza en la agenda liberal que tuvo la región.
Ella fue parte de una ola, pero diría que la influencia directa vino más de Estados Unidos, [a través de] bancos multilaterales e instituciones financieras internacionales, dijo Peter Hakim, presidente emérito de Diálogo Interamericano, un centro de análisis hemisférico en Washington.
Hakim recordó que la gran preocupación para América Latina durante el gobierno de Thatcher fue la crisis de la deuda, que hizo que los años 1980 fueran denominados década perdida en la región, y EE.UU. fue clave para definir los planes de salida.
También consideró que el Consenso de Washington surgió, más que del ejemplo de Thatcher, de economistas chilenos llamados Chicago boys y latinoamericanos con influencia en organismos financieros multilaterales.
Más discutible aún puede ser la vigencia actual de las políticas de Thatcher.
La fuerte inclinación liberal no se ha mantenido en buena parte de Europa y ciertamente que no en EE.UU. Curiosamente se mantiene más en América Latina, dijo De Posadas, citando países como México, Colombia, Perú y Chile.
Pero en Brasil y otros países de la región hay desde hace años gobiernos de tendencia de izquierda que reivindican la injerencia del Estado en la economía. En algunos casos, como Argentina, Venezuela o Bolivia, se ha desandado el camino privatizador y se estatizaron empresas.
Dutra Fonseca, que preside un foro brasileño de profesores de desarrollo económico, indicó que la crisis financiera global de 2008 disminuyó un poco la influencia de esas ideas liberales más radicales.
La pregunta quedó más pragmática: ¿qué hago para salir de la crisis?, explicó. Y la idea de desregulación total quedó un poco perjudicada.