Hace apenas unos aos, en 2008, el gigante estatal de petrleo y gas de Brasil, Petrobras, fue clasificado como la sexta compaa ms grande del mundo.Era la joya de la corona del gobierno. Se deca que tena un valor de US$287.000 millones, ms que Microsoft en el momento.
La empresa estaba destinada a liderar la exploracin de los enormes yacimientos de petrleo recientemente descubiertos frente a las costas de Brasil.
Pero seis aos despus, el valor de mercado de Petrobras es un tercio de lo que era y el optimismo que rodea a la empresa se ha atenuado.
Envuelta en una controversia continua, Petrobras se ha convertido en un motivo de preocupacin para los inversores y el propio gobierno.
La compaa ha estado bajo el escrutinio pblico desde que el diario brasileo O Estado de S. Paulo destap un acuerdo de 2006 que llev a la compra de una refinera de petrleo en Estados Unidos por casi US$1.200 millones.
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Result que la misma refinera haba sido comprada por el dueo anterior por US$42 millones un ao antes.La compra fue autorizada por el directorio de Petrobras, que en ese momento estaba dirigido por Dilma Rousseff, que entonces era ministra del gabinete y ahora es la presidenta del pas.
Petrobras ahora dice haber puesto en marcha una investigacin interna. Rousseff dijo el mes pasado que dio su aprobacin sobre la base de informacin incompleta de un informe deficiente.
Estall una crisis poltica con acusaciones de exceso de gasto y la oposicin trabaja para lograr una investigacin del Congreso.
Si bien es poco probable que se destape nueva informacin, aliados del oficialismo temen que se utilice en menoscabo de la imagen de la presidenta.
Todo esto ocurre meses antes de la eleccin presidencial de octubre, en la que Rousseff tiene la esperanza de ganar un segundo mandato.
DOLOR DE CABEZA A LOS ACCIONISTAS Pero losinversionistas de Petrobras estn preocupados por otras cosas tambin: el menor precio de las acciones de la empresa y los altos niveles de deuda.
La extraccin de petrleo presal de Brasil, llamado as porque se encuentra en lo profundo del mar bajo una capa de sal, est demostrando ser extremadamente caro.
Ms que causar un dolor de cabeza al gobierno, la empresa ha estado causando un dolor de cabeza a los accionistas, dice Adriano Pires, un analista del Centro Brasileo de Infraestructura (CBIE).
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Las acciones de la compaa alcanzaron un valor de US$13 en 2009, pero ahora valen la mitad.Esto ha frustrado a muchos pequeos inversionistas que haban comprado acciones de Petrobras hace unos aos en medio de expectativas de altos beneficios.
La inversin extranjera en Petrobras en 2010 alcanz un valor de ms de US$9.000 millones, segn algunos clculos, pero se cree que muchos inversionistasya se han llevado el dinero a otra parte.
La deuda de Petrobras aument un 64% durante el mandato de Rousseff, hasta alcanzar US$144.000 millones al final del ao pasado, la mayor de las grandes compaas petroleras.
Los analistas dicen que una de las principales razones de los altos niveles de deuda es que el gobierno utiliza la compaa estatal para controlar los precios del combustible e intentar frenar la inflacin, una preocupacin creciente en la economa brasilea.
A medida que Brasil consume ms petrleo de lo que produce, Petrobras se ve obligado a importar combustible a un precio mayor que el que se le permite vender en el mercado local.
Los inversionistassiguen insatisfechos. Ellos ven el rol del gobierno como una injerencia poltica en la gestin de Petrobras, seala Robert Wood, experto sobre Brasil de la Economist Intelligence Unit, agencia del Economist Group.
En parte, (la recuperacin de la empresa) depende de los aumentos en los precios del combustible y de una gestin ms predecible, agrega.
LA DEFENSA DE LA COMPAA Un pequeoajuste de precios a fines del ao pasado le dio a Petrobras un poco de aire.
Se espera que invierta alrededor de US$80.000 millones en diez aos en el desarrollo del enorme campo petrolero conocido como Libra.El campo es una de las principales esperanzas para la produccin de energa, para Petrobras y para Brasil.
En entrevistas recientes, la presidenta de Petrobras, Maria das Gracas Silva Foster, argument que la produccin de la empresa est aumentando y que los nuevos ajustes de los precios del petrleo tambin podran ayudar a aumentar las ganancias.
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Desde la perspectiva del gobierno, los problemas estn lejos de terminar.
Para aadir a sus problemas, la deuda soberana de Brasil, as como la propia calificacin de Petrobras, fueron rebajadas por la agencia de calificacin crediticia Standard Poors.
PREOCUPACIN SOBRE SU DIRECCIN Al mismo tiempo, hay denuncias recurrentes en los medios brasileos de contratos turbios firmados por la empresa y de presuntos sobornos recibidos por empleados de alto nivel.
Varias investigaciones estn en curso, pero Petrobras rechaza las acusaciones e insiste en que siempre sigui los procedimientos.
Los inversionistasextranjeros todava respetan la pericia de Petrobras en la exploracin de petrleo profundo, dice Wood. Pero hay preocupacin sobre su direccin.
Durante dcadas, el gigante petrolero, presente en el corazn de la vida y de la poltica brasilea, ha sido una fuente de orgullo. Pero su posicin actual es ms difcil que nunca.