Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. (Foto: Reuters)
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. (Foto: Reuters)
Agencia AFP

El gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció que el martes se inició el pago de los intereses de la deuda externa de Venezuela y la semana pasada pagó los bonos de la petrolera estatal PDVSA, pese a que las agencias de calificación de créditos afirmen que el país incurrió en impagos selectivos.

El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, afirmó que Venezuela es un buen pagador a pesar de lo que digan las calificadores de riesgo, el Departamento del Tesoro, el presidente Donald Trump y algunos acreedores extranjeros a los que el gobierno venezolano señala como responsables de promover una "guerra económica" contra este país sudamericano.

Los comentarios de Rodríguez se produjeron horas después que la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's indicara que Venezuela incurrió en un impago de su deuda tras no abonar algunos de sus bonos a tiempo.

La agencia rebajó la calificación de la deuda soberana venezolana a SD—las siglas en inglés para "impago selectivo"— lo que supone que Venezuela decidió no cumplir con el pago de un bono específico pero que en general sigue comprometida a saldar sus deudas internacionales. Antes, Venezuela estaba incluida en su categoría de bonos basura.

Según S&P, el gobierno de Caracas no cumplió con el abono 200 millones de dólares en pagos de bonos con vencimiento en 2019 y 2024 dentro del periodo de gracia de 30 días. También coincide con el vencimiento del pago de intereses del bono PDVSA 2027.

"Hay un 50% de posibilidades de que Venezuela pueda incurrir en impago de nuevo en los próximos tres meses", apuntó la calificadora de créditos.

La caída de los precios del crudo en los dos últimos años ha afectado las economías de naciones productoras de petróleo, particularmente la de Venezuela, que está sumida en una grave crisis caracterizada por una inflación que se estima podría cerrar el año en 1.000% y problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.

Las tensas relaciones entre Venezuela y Estados Unidos complican la situación.

Washington ha prohibido a firmas estadounidenses que hagan nuevos préstamos a Venezuela por los abusos a los derechos humanos cometidos durante los meses de protestas antigubernamentales y las acciones de Maduro para aplastar a la oposición.

Las nuevas sanciones que Estados Unidos acordó en septiembre prohíben transacciones en bonos emitidos por el gobierno venezolano y PDVSA. Asimismo, impiden operaciones con ciertos bonos en poder del sector público y el pago de dividendos al gobierno por parte de Citgo, la filial estadounidense de PDVSA, lo que restringe marcadamente las fuentes de financiamiento del país.

Maduro ha dicho que Venezuela cumplirá todos sus "compromisos financieros".

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