Yellen y Akerlof, la pareja más poderosa en el mundo económico

San Valentín tiene sus detractores. Sin embargo, es difícil negar su importancia si es que hablamos de celebrar el amor. En el marco de esta fecha, no podemos dejar de hablar de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), y George Akerlof, laureado Nobel de Economía en el 2001; una de las parejas de poder más reconocidas de la economía moderna.  

La historia de amor de Yellen y Akerlof empezó en 1977, durante un almuerzo, cuando ambos se encontraban trabajando en la FED de Washington. En aquella época, Akerlof se encontraba en una asignación temporal.

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Una vez juntos, según Reuters, la pareja colaboró en la investigación ambiciosa de Akerlof mientras mantenían exigentes puestos de trabajo y criaban a su hijo, quien creció para compartir su pasión académica.

Yellen, como figura principal de la FED, tuvo una importante influencia de su marido en la formación de su pensamiento y éxito, según declararon sus conocidos a Reuters. Pero el apoyo llegó desde ambos sentidos: Yellen ayudó a Akerlof a mantener el enfoque que distinguía su trabajo académico, que fue reconocido en el 2001 al recibir el Premio Nobel de Economía. 

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Akerlof escribió sobre Yellen en una autobiografía que publicó la Fundación Nobel. "No sólo nuestras personalidades se unen perfectamente, sino que también hemos estado siempre en perfecto acuerdo sobre la macroeconomía, nuestro único desacuerdo es que ella apoya un poco más el libre comercio que yo", precisó el economista.

EN DETALLE

Yellen, de 67 años, llegó a la FED en 1977 de la Universidad de Harvard. 37 años después, en febrero del 2014, la economista se convirtió en la primera mujer en liderar la Reserva Federal.

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Por su parte, Akerlof, de 73 años,aterrizó en el banco central para un período de un año. Recientemente divorciado, venía de trabajar de la Universidad de California-Berkeley y estaba comprometido a tomar un puesto en la London School of Economics.

Para que la pareja no se separara tras su unión, según relató el propio Akerlof, era necesario que dejaran los Estados Unidos. "Decidimos casarnos apresuradamente, no sólo porque teníamos tan pocas dudas entre nosotros, sino también por razones prácticas... si queríamos evitar alejarnos, Janet también tendría que conseguir un trabajo en Inglaterra", precisó.

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Pero al no lograr identificarse con Londres, ambos decidieron regresar a Berkeley, donde Yellen fue contratada para enseñar en la escuela de negocios. Ahí, ganó en dos oportunidades el premio de enseñanza. Ella y Akerlof, a veces en sociedad con otros, colaboraron en la investigación que luego representaría un Premio Nobel para su compañero.