CARLOS HURTADO DE MENDOZA

Es julio del 2015 y en el aeropuerto de Pisco un ejecutivo cruza a trote el terminal de pasajeros para tomar cualquier vuelo que lo lleve a Chimbote, ciudad sede de su empresa pesquera.

El empresario, por la urgencia, no escatima en pagar el precio más alto por un asiento libre, es decir: US$30. Sí, leyó bien, US$30. ¿Usted lo cree? Aunque parezca, esto no es sarcasmo, es una proyección bastante real de lo que puede pasar en el Perú dentro de dos años.

¿En qué escenario es posible lo descrito arriba? En un mercado del que forme parte una oferta consolidada de aerolíneas low cost, las llamadas compañías de bajo costo.

Por cierto, lo que aquí puede ocurrir en el 2015 ya sucede en Europa, donde cientos de trabajadores vuelan entre Francia e Inglaterra por US$20, según Luis Sicheri, director de la carrera de Administración de Turismo y Hotelería de la Universidad Científica del Sur (UCSUR).

PRIMEROS PASOS ¿Cuánto le falta a nuestro país para estar a ese nivel? En la industria de la aviación, el 100% de los negocios son de largo aliento.

Por ello, para alcanzar la oferta ‘low cost’, el Perú debe pasar primero por la fase convencional, con la participación de las aerolíneas tradicionales conectando a los destinos más importantes, explica a Día_1 el gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), Carlos Gutiérrez.

“Quizá estemos cerrando esa primera fase, con la torta doméstica repartida entre cinco jugadores, y ahora puede que entremos a un nuevo período con el ingreso de la estadounidense de bajo costo JetBlue, que volará de Fort Lauderdale (Florida) a Lima”, señala.

En efecto, JetBlue es ahora la divisa de un grupo de firmas ‘low cost’ que desde hace un quinquenio aterriza en la capital. Se suma a la también estadounidense Spirit y la brasileña Gol (que se fue del país pero podría volver), y a compañías como la chilena Sky Airlines y, recientemente, la boliviana Amaszonas, que aunque no son de bajo costo en el término estricto, sí cumplen con la premisa de vender un buen número de pasajes económicos.

De este modo, la transición se da. Ha sido Amaszonas la primera en incursionar en el mercado doméstico, tras concertar un acuerdo de código interlineal con Star Perú. Todo indica que esta tendencia persistirá.

PLANES DE VUELO Lo que vendrá con la consolidación de estas y las otras empresas en el interior del país es que “provocarán una caída considerable de las tarifas aéreas y, a su vez, ampliarán el mercado incorporando a pasajeros que antes no se habían subido a un avión”, apunta Juan Carlos Mathews, director del Centro de Educación Ejecutiva de la Universidad del Pacífico(UP).

Dos ejemplos sustentan lo dicho por Mathews. El primero se nota en las ofertas de promoción lanzadas por JetBlue para su ruta Fort Lauderdale–Lima: poco más de US$200 por persona, el 50% del pasaje promedio.

El segundo corresponde a la incursión de la ‘low cost’ Viva Colombia en el país cafetero, que ha logrado la segunda mejor ocupación en el primer trimestre del 2013 (78,5%) y el 7% del mercado local, con poco más de un año de operación.

A propósito, Juan Emilio Posada, representante de Viva Airlines, ha precisado que el grupo (propietario de Viva Colombia y de Viva Aerobús de México) estudia ingresar al Perú y tomará una decisión al respecto en diciembre.

Como se infiere, la respuesta de las cinco aerolíneas peruanas no se ha hecho esperar. Todas han aclarado que vender el íntegro de sus boletos debajo de los US$50 las llevaría a la quiebra, pero sí refieren que con campañas de tarifas promocionales deberán hacerle lucha a las ‘low cost’.

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