Graña y Montero aumenta a 91% su participación en Adexus
Graña y Montero aumenta a 91% su participación en Adexus

Los títulos de la constructora peruana Graña y Montero vivieron una jornada negra hoy al registrar fuertes caídas en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) y la Bolsa de Valores de Nueva York, en medio de dudas sobre la viabilidad del proyecto del Gasoducto Sur Peruano, del cual la empresa es socia con un 20% de las acciones. 

En la negociación en la BVL, las acciones comunes de Graña y Montero (GRAMONC1) anotaron una baja de 9,56%.

En tanto, los American Depositary Receipts (ADR) que la empresa tiene listados en la bolsa de Nueva York cayeron 12,85%. Esta es la mayor caída diaria desde que Graña y Montero entró al consorcio Gasoducto Sur Peruano en septiembre del 2015. Asimismo, es la segunda peor caída diaria en el precio del ADR desde que estos títulos empezaron a negociarse en NYSE en julio del 2013.

DUDAS Y REVISIÓN 

Por la mañana, la casa de bolsa de Credicorp Capital publicó una nota de investigación para clientes en la que ponía en revisión su recomendación de compra de la acción de Graña y Montero, citando las dudas acerca del futuro del contrato de concesión del Gasoducto Sur Peruano.

Graña y Montero es socia del consorcio a cargo de esta concesión junto con Odebrecht (55%) y Enagás (25%). También es parte de Ductos del Sur (29% de las acciones), la firma que se encarga de la construcción del gasoducto. En este consorcio, Odebrecht tiene el 71% del accionariado. 

Ante los escándalos de corrupción en los que Odebrecht se ha visto envuelta a nivel internacional, un sindicato de 22 bancos que se había comprometido a financiar el proyecto exigió que la empresa brasileña se retire del consorcio como condición para desembolsar un crédito de más de US$4.000 millones.

Sin embargo, Credicorp Capital recordó en su nota que no se tienen novedades de las negociaciones para la venta de la participación de Odebrecht a menos de dos semanas de que se cumpla el plazo establecido en el contrato de concesión para el cierre financiero de este crédito. Si para el 24 de enero el consorcio no consigue los fondos, el Estado retomaría la concesión. 

La casa de bolsa también mencionó una segunda fuente de incertidumbre: las declaraciones del ministro de Economía, Alfredo Thorne, sobre el cambio en el mecanismo de garantía de la operación del gasoducto. Actualmente, este se financia mediante un cargo en los recibos de energía eléctrica que se deposita en un fideicomiso, pero el Ejecutivo propondrá que el resto de la garantía sea brindada por el Estado peruano para no afectar a los consumidores. 

"A pesar de que las acciones de Graña y Montero lucen fuertemente castigadas, incluso bajo supuestos sumamente pesimistas sobre el GSP, la trayectoria del precio de la acción seguirá desacoplada de sus fundamentos dada la baja visibilidad de los acontecimientos políticos y las admisiones de corrupción de Odebrecht", concluyó la nota de Credicorp Capital, firmada por los analistas Héctor Collantes y Jasmine Helme

Cabe recordar que esta casa de bolsa tenía hasta la semana pasada a Graña y Montero como uno de sus 'top picks' para la región andina, debido al crecimiento de su cartera de proyectos ('backlog') y al impulso a la infraestructura que dará el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. 

OBRAS BAJO LA MIRA

Las declaraciones del contralor de la República, Edgar Alarcón en torno del caso Odebrecht también le genera 'ruido político' a Graña y Montero. 

Alarcón identificó hoy cinco proyectos en los que, según la Contraloría, Odebrecht habría ocasionado perjuicios al Estado. Uno de ellos es la construcción del tramo 1 de la línea 1 del metro de Lima, en la cual Graña y Montero también fue socia. 

"El ruido político está creciendo, lo que aumenta el riesgo de que se intoxiquen más obras", afirmó a El Comercio Carlos Rojas, CEO de la firma de gestión de activos Andino Asset Management.

"Desde mediados de noviembre, Graña y Montero ha perdido el 40% de su valor bursátil, o US$450 millones. Esto a pesar de que la inversión de Graña en el Gasoducto Sur Peruano no supera los US$200 millones y recuperaría gran parte de esta inversión por el contrato (si la concesión regresa al Estado)", añadió Rojas.  

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