AUGUSTO TOWNSEND KLINGE Editor central de Economía
Han pasado cinco años desde la caída de Lehman Brothers. ¿Tenemos hoy un sistema financiero más seguro? Estamos en mejor situación que cinco años atrás, pero queda mucho por hacer para que el sistema financiero se vuelva más sólido y estable. Es innegable que las autoridades de todo el mundo han logrado avances significativos estableciendo requisitos de capital y liquidez más estrictos, aplicando recargos de capital a los megabancos internacionales, así como normas claras en materia de supervisión y resolución. Sin embargo, para anticiparnos a la próxima crisis, es necesario avanzar aún más en otros aspectos importantes. Por ejemplo, el modelo de bancos gigantes que son demasiado grandes para quebrar sigue siendo una cuestión muy problemática. Persiste demasiada opacidad en tomo a la forma en que operan los derivados; la banca paralela sigue siendo sin sector hacia el cual sigue gravitando el riesgo. También necesitamos una regulación y una implementación internacional más coherentes, incluso en áreas críticas como la resolución bancaria. En suma, si bien hemos logrado avances, para asegurar que el sistema financiero mundial apoye la estabilidad y el crecimiento es crucial que se concluya la reforma del sector financiero.
En estos días se habla mucho del fin de la fiesta para las economías emergentes. ¿Qué opina usted? El crecimiento de las economías de mercados emergentes, que en gran medida ayudó a mantener a flote a la economía mundial durante la crisis, está perdiendo ímpetu. China y algunas otras economías de mercados emergentes están entrando en la fase descendente de sus actuales ciclos decrecimiento, y en algunos países el crecimiento potencial se ha visto frenado por circunstancias que limitan la oferta. Además, las perspectivas de crecimiento han disminuido debido a los efectos de contagio al preverse que la política de expansión cuantitativa en Estados Unidos dé marcha atrás, dando lugar a la salida de capitales, a un endurecimiento de las condiciones financieras ya la depreciación de las monedas. En este escenario, el desafío principal de las economías de mercados emergentes es lograr un aterrizaje suave a corto plazo y asegurar un crecimiento sostenible a mediano plazo mediante la adopción de medidas de política económica apropiadas. Por supuesto, no existe una única fórmula para todos los casos. Los países deberán orientar sus políticas en función de sus propias circunstancias, teniendo en cuenta sus respectivos entornos económicos.
¿Qué sucederá con el Perú en este contexto? Seguramente el debilitamiento de la coyuntura externa tendrá un efecto negativo en el crecimiento de la economía peruana, pero de todos modos prevemos que el crecimiento del Perú seguirá siendo robusto, con un promedio en torno al 5,75% en los próximos años. En esta última década, el desempeño económico del Perú ha sido uno de los mejores en América Latina, y en gran medida esto se debió a la aplicación de políticas económicas muy prudentes. El Perú tiene un volumen sustancial de reservas de divisas y muy bajos niveles de deuda pública, lo cual ayuda a fortalecer al país contra shocks externos negativos. El panorama es promisorio en el sector exportador, que en general está concentrado en las industrias extractivas, pero también se está desarrollando y ampliando el sector exportador no tradicional, como la agricultura, los productos textiles y químicos. Al mismo tiempo, el fortalecimiento de la demanda interna está impulsando cada vez más el crecimiento general. En conjunto, seguimos teniendo confianza en la economía peruana. Y seremos testigos directos del dinamismo de la economía del Perú cuando el FMI celebre sus reuniones anuales en Lima en octubre del 2013. Esperamos con sumo interés estar en este maravilloso país.
En países como el Perú, el efecto del superciclo de las materias primas podría haberle restado atención a reformas institucionales importantes Las autoridades peruanas han mantenido la estabilidad económica y financiera y, al mismo tiempo, han adoptado reformas dirigidas a promover el crecimiento. En estos últimos años, el Perú ha logrado avances significativos en muchas áreas estructurales fundamentales, especialmente profundizando las reformas del marco de política macrofiscal, el sistema de jubilaciones privado, los mercados de capitales, el servicio civil y los servicios de inversión. Asimismo, el Perú se ha convertido en un país más competitivo. Por tanto, se han realizado progresos importantes.
Recientemente la Reserva Federal anunció que esperará para dar mar-cha atrás en su política de expansión cuantitativa. ¿Cómo impactará esto? Primero quisiera decir que las políticas adoptadas por la Reserva Federal en los últimos años, incluyendo la compra de un gran volumen de activos y el mantenimiento de tasas de interés muy bajas hasta que se normalice la situación en el mercado de trabajo, han contribuido enormemente a respaldar la recuperación en Estados Unidos y en el mundo. En cuanto al momento en que irán abandonando gradualmente dichas políticas, lo que hemos dicho en varias ocasiones es que la salida de las políticas monetarias no convencionales, cuando tenga lugar, debe ser ordenada, debe estar supeditada al ritmo de la recuperación y la creación de empleo y debe comunicarse claramente y en diálogo con otros.
Hablando de las autoridades estadounidenses, hay mucha gente preocupada por el actual impasse político, con la paralización de los servicios gubernamentales y la posibilidad de que no se logre elevar el tope de la deuda. ¿Cuán preocupados debemos estar? Bueno, el cierre parcial de la administración shutdown ya es suficientemente malo, pero el fracaso en elevar el techo de deuda sería mucho peor y podría dañar seriamente no solo la economía estadounidense sino toda la economía global. Por lo tanto, es crítico que esto se resuelva lo antes posible.
En tanto, el Gobierno Chino dice que el crecimiento de su economía es acorde a sus expectativas y que se evitará una mayor desaceleración. ¿Qué probabilidad hay de un aterrizaje brusco en China a corto plazo? Creemos que puede evitarse un aterrizaje brusco. De hecho, la economía china parece estar recobrando el impulso este tercer trimestre, lo cual coincide con nuestros pronósticos. Esperamos que este año el crecimiento supere ligeramente la meta de 7,5% fijada por las autoridades. Hacia el futuro, es importante que China continúe con las reformas financieras y estructurales para contener los riesgos y reequilibrar la economía orientándola hacia un crecimiento sostenible más basado en el consumo. Es posible que las reformas desaceleren el crecimiento a corto plazo, pero es un costo que vale la pena pagar a cambio de un mayor ingreso a largo plazo.
En determinadas economías el desempleo no se ha revertido como se esperaba. Parece haber un desajuste entre lo que el mercado está dispuesto a recompensar y competencias que actualmente proporcionan los sistemas educativos En efecto, en algunas economías hay un desajuste entre la oferta y la demanda en los mercados de trabajo, impulsado por los adelantos tecnológicos. En Sudamérica hay una escasez de mano de obra calificada en los sectores mineros de Chile y el Perú, por ejemplo. Pero a escala mundial nuestra opinión es que el crecimiento es demasiado lento para crearla cantidad de puestos de trabajo que se necesitan. Con más de 200 millones de personas sin trabajo hoy, crear empleo es una prioridad urgente. Un alto nivel de empleo es la mejor garantía de una economía pujante y una sociedad sana. Sin esto, corremos el riesgo de un panorama desolador de potencialidades desperdiciadas y ambiciones frustradas, especialmente para la generación de jóvenes.
Si estamos de acuerdo en la importancia de la innovación para garantizar ese crecimiento, ¿cómo debe re-partirse las responsabilidades entre el gobierno y el sector privado para alcanzar ese objetivo? Va le la pena repetir una y otra vez que la innovación y la tecnología tienen y seguirán teniendo en el futuro un impacto enorme en el crecimiento económico. Pensemos en la tecnología de la información, por ejemplo. Vivimos en un mundo hiperconectado, con 1.500 millones de usuarios en las redes sociales y más de 3.000 millones de suscripciones a telefonía móvil, con el mayor aumento de las tasas de penetración en India y África. Todas las economías en su momento cosecharán los frutos de la conexión de las zonas rurales remotas a las redes nacionales, que tendrá por resultado nuevos puestos de trabajo y mayores oportunidades educativas. En este contexto, como usted bien lo señaló, el sector público y el sector privado comparten la responsabilidad de promoverla innovación y el cambio tecnológico. Esto significa aplicar políticas que creen un clima propicio para la actividad empresarial y respalden el desarrollo de nuevas tecnologías facilitando y acelerando la conversión de las nuevas ideas en nuevos trabajos y nuevos negocios. En los casos en que se justifique, también debería alentarse una participación más directa del gobierno a través del financiamiento de investigaciones. Al mismo tiempo, las empresas también deben invertir en investigación y desarrollo, buscando nuevos talentos y recompensando la innovación.