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En el 2004, una fundación abrió sus puertas para trabajar con niños y jóvenes de Pachacútec, en Ventanilla. El objetivo era llevar educación técnica a espacios desatendidos y empezó con la carrera de Peluquería; luego se sumó Administración de Empresas.

Hoy la Fundación Pachacútec maneja 9 especialidades educativas, un colegio donde alberga a 500 niños y unidades de aprendizaje técnico y especializado. Para lograrlo, Magally Fuentes Acurio, vicepresidenta de la organización, detalla que el proyecto contó con el apoyo financiero de instituciones españolas como la Cooperación al Desarrollo de España, así como de empresas del país, entre ellas Backus, Telefónica y Enel Perú.

A raíz del trabajo en el desarrollo del talento, la fundación ganó el premio de Creatividad Empresarial 2016 en la categoría de Gastronomía. “Fue muy gratificante ver nuestro esfuerzo reconocido. Lo hacemos con mucha generosidad y reconocemos que nos ha servido para estar en la vitrina”, dice Fuentes.

VALOR DIFERENCIAL

En comparación con otras instituciones que ofrecen carreras similares, la fundación asegura que su sello diferencial es el sistema integrado que brindan a sus estudiantes: además de reforzar sus aptitudes académicas, los ayudan a enfrentar situaciones cotidianas para superar la adversidad.

Fuentes señala que los estudiantes pagan cuotas subvencionadas de acuerdo con su capacidad de pago, y también los apoyan en la búsqueda de empleo. Durante la etapa de estudio, tienen un tutor que supervisa sus avances.

Otro factor clave es el desarrollo psicológico de los estudiantes. “Partimos de la premisa de que si una persona se siente querida y escuchada, va a aprender mejor”, remarca Fuentes.

Para acceder a una de las carreras de la fundación, los jóvenes rinden un examen de conocimientos, y si clasifican, pasan por una entrevista. En algunas carreras –como la de Cocina–, de 500 postulantes solo ingresan 25. “La competencia es sumamente ardua”, dice Fuentes. Cabe resaltar que el chef Gastón Acurio es el encargado de esta especialidad desde el 2007.

FUSIÓN

El Perú tiene una de las mejores gastronomías a escala mundial. Para Acurio ello fue el punto de partida para complementar el potencial de la fundación: abrir una escuela de mozos. Con esto, Pachacútec busca impulsar la calidad en el servicio que se otorga a los comensales.

Según afirma Fuentes, el chef reconoció que el ‘boom’ de la cocina peruana no estaba acompañado de una buena atención, pues primaba el concepto de “aprender en la cancha” y la formación profesional era dejada de lado. Por eso, añade Fuentes, la escuela para mozos no solo significó un espacio de crecimiento para jóvenes de bajos recursos, sino que sumó un punto más a la gastronomía local.

A largo plazo, Pachacútec seguirá desarrollando cursos con el apoyo de más empresas. “Quisiéramos expandir nuestra infraestructura porque [el espacio] ya nos va quedando chico. Así, podemos impactar en más jóvenes”, concluye Fuentes.

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