La sentencia llega luego que el CEO de Apple dijera la semana pasada en China que Facebook necesita ser regulado. (Foto: AFP)
La sentencia llega luego que el CEO de Apple dijera la semana pasada en China que Facebook necesita ser regulado. (Foto: AFP)
Marcela Mendoza Riofrío

Muchos han leído los titulares que hablan sobre la caída del valor de las acciones de y los reclamos sobre uso indebido de datos privados, pero lo sienten como algo lejano. No es así. Se trata de un caso que debe poner en alerta tanto a los consumidores como a las empresas.

¿Por qué se ha hecho tanto escándalo sobre el tema? En pocas palabras podríamos resumirlo en el mal uso de datos privados. Facebook, cuando te registras o bajas la aplicación, te pide autorización para usar tus datos. Muchas personas aceptan sin conocer los riesgos de que estos pasen a manos de un departamento de márketing. Pero además, existen otros datos de tráfico que se podrían haber filtrado incluso sin autorización. Lo más grave es que una compañía, Cambridge Analytics, parece haber usado esa data para manipular a la opinión pública a favor de propuestas políticas. 

Si todo eso ocurrió en Estados Unidos o Inglaterra - en donde incluso ha publicado un aviso pidiendo disculpas - y la plataforma ya anunció cambios en la forma en que definimos qué datos son privados para evitar estos malos usos, podríamos creer que el tema no nos afecta. Pero no es así.

Erick Iriarte, del Estudio Iriarte & Asociados, alerta que aún no se sabe qué datos han sido los que brindó Facebook a compañías como . Además, hay que considerar que existen otras Apps ligadas a la red social que han accedido a datos que los usuarios no saben estaban circulando libremente. Y eso incluye a los más de dos mil millones de usuarios de la red, incluidos nosotros.

¿Se imaginan si esas bases de datos llegan a los partidos políticos locales y las usan para manipular la decisión de voto? Pero no vayamos tan lejos aún. Pensemos solo en los consumidores y su derecho a que sus preferencias no sean manejadas sin escrúpulos por vendedores de uno u otro producto. 

En nuestro país, felizmente, tenemos una ley de protección de datos que obliga a las empresas que tienen bases de datos de clientes -eso incluye desde la misma planilla hasta quienes llaman a reclamar al call center- a registrar las bases, pedir autorización expresa sobre su uso y no transgredir el derecho a la privacidad de las mismas. 

(Foto: Flicker/Portal Gda)
(Foto: Flicker/Portal Gda)

Según comenta Oscar Montezuma, socio de Montezuma & Porto, nuestra norma sigue el modelo europeo, que es más proteccionista que el norteamericano, y ayuda al control, pero no es la solución plena mientras los usuarios no tomemos real consciencia de cómo ser responsables sobre nuestros datos.   

¿Podría haberse transgredido la ley peruana en este caso de Facebook? Es muy probable. Habrá que averiguarlo. Iriarte sugiere que nuestras autoridades podrían incluso intentar sancionar a Facebook. Por lo pronto se sabe que en Argentina se han iniciado investigaciones para determinar si se vulneró la norma local de datos personales.

Lo que realmente urge en el país, aclara Montezuma, no es una nueva regulación porque la ley es relativamente reciente (se publicó en el 2011 y el reglamento salió el 2013). Lo que nos falta es concentrarnos en "cómo generar políticas públicas de soporte para una mejor implementación de la regulación vigente", aclaró.

¿MIS SECRETOS TUS SECRETOS?
​Las redes sociales han generado una nueva forma de concebir la privacidad. Para los "antiguos", aquellos que nacieron sin un móvil con acceso a Internet a la mano, era claro que una conversación por teléfono o una carta era algo privado y no podía ser leído por el resto. Hoy los chicos hacen un "print pant" de un diálogo en WhatsApp y lo publican en su muro del Facebook sin pedir permiso y sin remordimiento alguno.

Esta misma generación está acostumbrada a que le pidan aceptar compartir sus datos con tal de poder usar un juego o aplicar un filtro divertido. No se dan cuenta, o no les preocupa, que los algoritmos solo les pongan información sobre sus propios intereses y los convierten más "cerrados" en sus ideas y gustos.

¿Saben ellos que es ir contra la Constitución no respetar la privacidad en los diálogos? ¿Saben las empresas nacientes que podrían ser denunciadas y multadas y hasta recibir pena de cárcel por aprovecharse de esta falta de cuidado en la privacidad? La verdad es que tanto Facebook como cualquier otro que vulnere nuestra ley podría hacerlo.

Miguel Morachimo, director ejecutivo de Hiperderecho, recuerda que "nuestra Constitución protege el secreto y la inviolabilidad de nuestras comunicaciones". Eso incluye los mensaje por WhatsApp y, por tanto, es un delito intervenirlas o poseer aparatos para hacerlo. Lo que pasa es que ahora es más sencillo grabar los mensajes: ya no se necesita "un chupon para el teléfono analógico". Eso, sin embargo, no significa que divulgar una conversación privada deje de ser un delito. 

Los periodistas pueden ser exceptuados de esta ley cuando es necesario difundir información relevante, de interés público, pero un departamento de marketing, que solo quiere lograr más clientes, no puede grabar esas conversaciones sin consentimiento del interlocutor y mucho menos difundirlas, coinciden los abogados consultados. 

¿Qué es lo permitido a las empresas? Los encargados de atención al cliente y el área de marketing se puede beneficiar en forma positiva de tener el registro de las llamadas o mensajes vía Internet. Es cierto que les sirve para mejorar como marca y vender más. También sirve para controlar la seguridad. Lo único que recomienda la ley, recuerdan los abogados, es avisar. Muchos lo hacen en los locales cuando ponen una cámara ("lo estamos filmando") pero también deben aclararlo de alguna manera cuando se accede a otros canales de comunicación.

En el caso de Facebook desde hace varios años se le viene recomendando que simplifique los términos de sus mensajes para que el usuario realmente entienda qué cosa está autorizando. Porque una cosa son los mensajes que publico en mi muro y otra darle a una marca las estadística de cuantos "me gusta" puse en qué tipo de mensajes o a qué hora me da hambre o qué suelo hacer los domingos. 

El tema no se agota aquí en este caso de Facebook. Los datos, las bases de datos, son ya reconocidas como el nuevo petroleo porque analizándolos de forma adecuada permiten dar un mejor servicio. Como toda herramienta, pueden ser usada de forma productiva sin vulnerar la intimidad y privacidad. Pero si se descuidan las formas y se trasgrede la ley se puede terminar peor parado que Facebook hoy.   

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