Por: Manuel Marticorena Solís

El ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, es una persona que denota demasiada tranquilidad. Esto pese a que su cartera debe afrontar problemas muy serios, como es el caso de Doe Run que apunta a desembocar en un problema social. Sánchez aún no tiene una respuesta de cómo resolverá lo que se viene en La Oroya, señala que el tema está en evaluación, y que aún se espera lo que Doe Run proponga. Esta pasividad podría jugar a favor de la empresa. En la siguiente entrevista lo que piensa el ministro sobre el particular.

¿Por qué si los mineros y el Gobierno llegaron a un acuerdo para salvar a Doe Run a fines de marzo la empresa sigue con el mismo problema? Con el apoyo de la empresas mineras se acordó estructurar un acuerdo muy bueno para Doe Run con la condición de que capitalicen una deuda de US$156 millones que tienen con su principal accionista (Ira Rennert). No lo hicieron porque no fue inscrita en Registros Públicos. Entonces todo lo que se acordó quedó sin efecto.

En vista de que la empresa está casi en quiebra. ¿Va a poder cumplir con el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) en octubre? Eso lo está supervisando Osinergmin, vamos a seguir con esa vigilancia hasta octubre. Antes no se puede hacer nada.

La empresa no tiene dinero para seguir produciendo y dice que no puede financiar el PAMA. El Estado no puede dar financiamiento. Si ese fuera el caso estaríamos en una situación complicada. Inexplicablemente la empresa ha estado diciendo que el Gobierno debe arreglar su problema o debe apoyarla, esto no es coherente porque ya se le dio ayuda, pero todo lo que conversamos antes quedó sin efecto porque no cumplieron.

Según Doe Run, el Estado se comprometió a ampliar el PAMA como parte de los acuerdos. En marzo se le dio todo lo que necesitaba para hacer funcionar la parte operativa y financiera. Ahí se hablaba de que les faltaba US$73 millones para cumplir con el PAMA. Si ya tenían saneada la parte financiera podrían haber conseguido financiamiento para cumplir con el PAMA y terminar en octubre. Si avanzaban hasta el 93% hasta esa fecha no pasaba nada y tenía unos meses más para culminarlo. Claro que tendrían que pagar algunas sanciones.

¿Cómo espera solucionar este problema? Yo quiero ver cómo la empresa espera enfrentar esta situación, porque si se ha peleado con sus proveedores (mineros) debe tener algún esquema de contingencia para seguir operando.

Lo que está por venir es un problema social muy fuerte en La Oroya . ¿Cómo lo va a manejar? (El ministro lo medita) ¿Cómo lo manejaría usted?

Yo no soy ministro… Vamos a ver cómo lo planteamos. Vamos a discutir y ver cómo se desarrolla el tema. Esencialmente creo que el Gobierno ha tenido muy buena disposición para apoyar este proceso que ha estado muy bien armado.

Los proveedores mineros de Doe Run han manifestado que no creen en Doe Run ¿Usted cree en esta empresa? Creo que tiene un pasado medio complicado por los muchos incumplimientos y observaciones de las que ha sido objeto por el PAMA. Pero creo que ahora estamos cerca de llegar al objetivo de culminarlo. Tenemos que trabajar en eso. La empresa tiene un dueño, normalmente cuando una empresa tiene un problema este tiene que ver cómo la salva.

Pero el dueño (Ira Rennert) parece no tener voluntad para solucionar este problema. Tenemos que ver cómo trataremos eso.

¿Los técnicos de su cartera han evaluado cuál es el tiempo necesario para que Doe Run culmine con el PAMA? Si estuviera construyendo la planta ahora mismo, podría llegar para octubre. En cinco meses lo pueden lograr, el plazo que requieren no es muy largo. No necesitan de cinco o seis años como han estado pidiendo. El cumplimiento del PAMA más depende de los recursos que consigan.

Sin embargo la minera dice que les es imposible obtener recursos para su financiamiento. Doe Run es una empresa privada. Al parecer esto no lo entiende porque pide que todo el mundo la ayude, pero no se deja ayudar.