"De acuerdo con AMI, los bienes digitales se volverán el principal pilar de nuestra economía online para fines de año". (Foto: GEC)
"De acuerdo con AMI, los bienes digitales se volverán el principal pilar de nuestra economía online para fines de año". (Foto: GEC)

El trajo, entre pánico e incertidumbre, un nuevo normal en la sociedad. Ya no somos los mismos, cambió nuestro estilo de vida, y probablemente para siempre. En , las condiciones actuales han generado que las personas deban adaptar y adoptar nuevos comportamientos de consumo, lo que se ha visto reflejado en un aumento significativo en el comercio electrónico (). En apenas dos semanas de aislamiento social, hemos visto en Perú categorías de comercios creciendo 3 dígitos año contra año en transacciones online.

Según un estudio de AMI, para el 2021 este sector crecería hasta un 35% como consecuencia de las nuevas necesidades que el consumidor latinoamericano ha desarrollado, y continúa desarrollando, en medio de la reciente crisis. Sin embargo, a la fecha, un gran porcentaje de la población latinoamericana aún no se encuentra familiarizada con las tecnologías digitales y el rango de posibilidades que estas ofrecen. En el caso de nuestro país, por ejemplo, un estudio presentado por Mastercard en diciembre de 2019, concluye que las personas realizan compras por Internet aproximadamente una vez al mes, mayoritariamente porque aún no confían en la seguridad de estas transacciones. Es por ello que nace la necesidad de poder informar a la población sobre las distintas opciones que el mercado digital les puede ofrecer, facilitando sus vidas y volviendo sus compras más seguras.

De acuerdo con AMI, los bienes digitales se volverán el principal pilar de nuestra economía online para fines de año. Entre estos, los servicios de delivery de bienes físicos de los sectores de alimentación, farmacia, cuidado de mascotas y limpieza; así como la adquisición de servicios digitales de streaming, entretenimiento, comunicaciones, educación y transporte, los que verían un notorio incremento en su demanda. No obstante, se espera que este crecimiento se dé como consecuencia de la atracción de grupos sociales, que no necesariamente sean nativos digitales, al mercado online.

Por ello, es sumamente relevante que los comercios presentes en el mercado latinoamericano tomen en cuenta estos nuevos comportamientos de sus consumidores y los utilicen para desarrollar métodos de pago y cobro digitales, así como para ampliar sus servicios y productos, incluyendo siempre, dentro de lo posible, una opción online. En esta línea, al volverse las transacciones digitales más comunes en Latinoamérica, se prevé que este cambio en los hábitos y conductas de la población en general también incluya sus comportamientos financieros. Así, está en las manos del sector de banca y finanzas promover alternativas de pagos sin contacto y enseñar a los consumidores sobre la amplia gama de posibilidades de acción a las que pueden acceder desde sus teléfonos o computadoras. Ampliar el alcance de sus ya existentes tecnologías de pago y desarrollar estrategias de bancarización efectivas para quienes aún no se encuentren familiarizados, serán puntos clave para soportar y mantener el crecimiento sostenido del comercio digital en la región.

Según el estudio presentado por Mastercard, en Perú, el 81% de los encuestados tienen interés en las tecnologías biométricas, utilizadas para la verificación. Esto demuestra que existe una predisposición a adecuarse a estos cambios. Así, las posibilidades de acción son muchas, y aquellas compañías que se adapten rápidamente, lograrán sobresalir en esta nueva coyuntura. Depende de nosotros, como empresarios, el saber adaptar nuestras propuestas de valor digitales para que nuestros consumidores se sientan seguros y respaldados al adquirir productos en cualquier comercio. La mayor demanda será alimentada por una mayor oferta de nuevos servicios, nuevos modelos de negocio, ofreciendo mejores experiencias y niveles de servicio para consumidores más demandantes.

Las crisis traen consigo nuevas oportunidades y ahora, más que nunca, es el momento de llevar a cabo iniciativas que contribuyan a asegurar que Latinoamérica pueda mantener un crecimiento sostenido en el sector de e-commerce y que el público pueda consumir con mayor seguridad de aquí en adelante.

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