Modelo agroindustrial peruano llegó a la Universidad de Harvard
Modelo agroindustrial peruano llegó a la Universidad de Harvard

Bloomberg.- El Niño está llevando a los inversores en bonos a salir de  de Perú.  En los últimos tres meses, el mayor exportador mundial de palta ha visto caer un 11% sus US$125 millones en pagarés con vencimiento en 2017 conforme temperaturas más elevadas de lo normal asociadas con el fenómeno climático reducen la producción.

Esto se compara con un retorno promedio de 0.7 por ciento sobre los bonos de alto rendimiento de los mercados emergentes, según el índice de Bloomberg.

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Es probable que las cosas empeoren para Camposol, que también produce camarones y espárragos, en tanto El Niño más fuerte en casi dos decenios reduce las cosechas y amenaza con provocar diluvios sobre las tierras cultivables en la costa peruana del Pacífico. La preocupación de que la precipitación pueda hacer aumentar el apalancamiento en la compañía con sede en Lima llevó a Moody’s Investors Service a rebajar la calificación de Camposol el 29 de octubre hasta Caa1, siete escalones por debajo de grado de inversión.

“No hay apoyo de ningún tipo para Camposol en el mercado”, dijo Cornel Bruhin, gerente de cartera en MainFirst Schweiz AG desde Zúrich. “Nadie sabe cuál será el impacto de El Niño en la empresa”.

El presidente ejecutivo de Camposol, Samuel Dyer Coriat, no respondió a un correo electrónico de consulta sobre El Niño.

El 29 de octubre, Camposol dijo que las ventas se desplomaron 8,1% en los nueve meses del año, haciendo caer un 15 por ciento las ganancias.

Durante una teleconferencia con los analistas el 29 de octubre, Dyer Coriat dijo que las fuertes lluvias podrían afectar los sistemas de riego, demorar las cosechas y dañar los langostinos en las lagunas cercanas a la costa.

Camposol ha destinado unos US$500.000 para proteger los criaderos, dijo. No se prevé un fenómeno El Niño tan intenso como en 1997, cuando la temperatura del mar se hallaba alrededor de dos grados más alta que ahora, según Coriat.

Desde 1997 hasta 1998, Perú sufrió daños por US$3.500 millones, equivalentes a 6,2 por ciento de su producto interno bruto en aquel momento. Las inundaciones y los deslizamientos de tierra destruyeron 73.000 hectáreas de cultivos, dañaron otras 131.000 hectáreas y arrasaron casas, rutas y puentes.

Hay un 55 por ciento de probabilidades de que El Niño tenga una fuerza de intensidad extraordinaria, según Grinia Ávalos, directora de meteorología en la agencia meteorológica peruana Senahmi en Lima.

Camposol, que es propiedad de la familia Dyer, dijo la semana pasada que se propone reducir su dependencia del espárrago y la palta, que representan un 40 por ciento de su producción. La compañía de 18 años está creciendo plantando cultivos como arándanos y proyecta convertirse en el mayor productor mundial de ese fruto el año próximo.

La familia Dyer no es ajena a los desafíos en Perú. En 1992, uno de los fundadores de Camposol, Samuel Dyer Ampudia, fue secuestrado por órdenes del entonces presidente Alberto Fujimori, quien posteriormente fue encarcelado por el crimen y por otras violaciones a los derechos humanos. 

No obstante, El Niño representa una enorme amenaza para la compañía agroindustrial más grande de Perú.

Los rendimientos de los pagarés al 9,875 por ciento de Camposol ya aumentaron hasta 25,2 por ciento. Y los títulos se negocian ahora muy por encima del umbral para deuda considerada de empresas con riesgo de impago, rindiendo 22,7 puntos porcentuales más que los bonos del Tesoro estadounidense.

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