Editorial: Crónica de un fracaso anunciado
Editorial: Crónica de un fracaso anunciado
Juan  Saldarriaga

La pugna por el , el más grande del país, se dirimió en una ajustada final el viernes pasado. Los contrincantes fueron la desconocida Omega Energy y la archiconocida (con su subsidiaria Pacific Stratus Energy), que finalmente se adjudicó la concesión por dos años que puso sobre la mesa. 

Pero, ¿fue esta la mejor elección? Los entendidos en petróleo no escatimaron sus críticas hacia ambos competidores a lo largo del proceso, pero lo cierto es que Perú-Petro no tenía de dónde más escoger. 

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La agencia negoció con las tres empresas que firmaron cartas de interés para participar en la fallida subasta: , y Pacific Rubiales, a las que se sumó luego Omega Energy. 

“De ellos, solo uno [Perenco] mostró interés en negociar un contrato de 30 años, pero cedió con las negativas noticias del precio del crudo”, refirió Rafael Zoeger, presidente de Perú-Petro.

Puesto en esta encrucijada, a la agencia petrolera no le quedó más remedio que negociar un contrato de dos años. Y las dos únicas propuestas vinieron de Omega y Pacific Rubiales. 

Según profesionales cercanos al  proceso, la mejor oferta económica la presentó Omega. Esta ofreció no menos de US$54 millones (frente a los US$40 mlls. de su competidora) para mantener la producción del lote, con  el respaldo financiero de Morgan Stanley.  

Además, comprometió el concurso del  International Finance Corporation (IFC) para desarrollar programas sociales en el lote.  Sin embargo, su pequeño tamaño (produce menos de 3.000 bpd en total) y el precedente de no haber calificado para la subasta de un lote petrolero más chico (como el III), habrían disuadido a Perú-Petro de darle un lote tan importante como el 192. 

Se eligió, en cambio a Pacific Rubiales, al que se critica por estar en quiebra financiera, pues registró una pérdida neta de US$722 millones en el primer trimestre del 2015. 
César Cuervo, analista de Credicorp Capital Colombia, apunta que esto se debe a un ajuste contable efectuado para reflejar la caída del precio del crudo.

“Pacific ha mejorado sus cifras en el segundo trimestre del año. La empresa puede enfrentar problemas en el mediano plazo, pero no en el corto. Dista mucho  de estar en quiebra”, sentenció.  

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