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Graña y Montero avanza adendas para llevar gas natural al ande - 1
Juan  Saldarriaga

La masificación del en el centro y sur del país comienza a ver la luz. El proyecto para llevar este hidrocarburo a 10 ciudades altoandinas cumple más de un año de retraso debido a trabas municipales, pero su concesionario, la peruana Graña y Montero (GyM), busca allanarlas con una serie de adendas que vienen siendo consensuadas con la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) del Ministerio de Energía y Minas. ¿Qué apuntan a corregir estas adendas?

LOS RETOS
Graña y Montero tiene el compromiso de instalar una estación de compresión en Ayacucho para almacenar y transportar el gas natural de Camisea a las 10 ciudades de su concesión mediante camiones cisternas (gasoducto virtual). También ha asumido la responsabilidad de implementar siete estaciones de servicio en igual número de ciudades.

US mlls. ha invertido Graña y Montero en los equipos necesarios para el proyecto. estos están almacenados en lima, mientras las trabas se resuelven  (Archivo: El Comercio)

Sin embargo, este esquema se ha paralizado porque el Gobierno Regional de Ayacucho no ha sido capaz de facilitar el terreno para la estación de comprensión en Huamanga. El mismo problema ha trabado la instalación de las estaciones de servicio en Junín, Huancavelica, Apurímac y Puno. 

“El contrato definía que los gobiernos regionales debían facilitar y habilitar los terrenos, pero les ha sido imposible, porque dichas áreas pertenecen a las municipalidades o a las comunidades”, explicó Reynaldo Llosa, gerente de Graña y Montero, en la 13 Conferencia La Hora del Gas (en setiembre). 

Otro reto ha sido la construcción del gasoducto de derivación (de US$23 millones) que conectará el ducto de Camisea con la estación de compresión de Graña y Montero. El proyecto ha sufrido algunas demoras, pero su operador, el Consorcio Transportadora de Gas del Perú (TGP), estima que estará listo en el primer semestre del 2016.

LAS ADENDAS
Para sortear estos obstáculos, Graña y Monteroha adoptado varias iniciativas. Una es la adquisición de un área para la estación de compresión en Huamanga. Otra es la negociación de tres adendas con la DGH. La primera dispone que el Gobierno Central (y ya no los regionales) facilite los terrenos para las estaciones de servicio. Asimismo, define mecanismos para que Graña y Monteropueda comprarlos.

La segunda adenda permite el empleo de los camiones cisterna del proyecto para transportar gas natural comprimido (GNC) desde Lima o Ica, en caso de que el gasoducto de derivación demore en ser construido, y la tercera abre la puerta para añadir otras ciudades al proceso, siempre que “vengan con su terreno bajo el brazo”. 

La inversión de Graña y Montero (más de US$14,5 mlls.) es vital por cuanto servirá de base para el proyecto de distribución de gas por ductos (US$300 mlls.), que Pro Inversión licitará próximamente y que abarcará las mismas ciudades y otras nuevas, como Pucallpa.

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