Analistas consideran que puede no ser sostenible el tendido de fibra óptica de la Red Dorsal si no se logra acordar mejores precios. (Foto: MTC)
Analistas consideran que puede no ser sostenible el tendido de fibra óptica de la Red Dorsal si no se logra acordar mejores precios. (Foto: MTC)
Marcela Mendoza Riofrío

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones () finalmente optó por proponer a que se haga una adenda al contrato que firmaron en el 2014. Su propuesta es que se cambie la forma en que se cobra por el servicio y se establezca en la una tarifa flexible con un tope por mega de US$23 más I.G.V.

Según informó el MTC, en este momento se encuentran a la espera de una respuesta por parte de Azteca, quien deberá indicarles si acepta o rechaza la propuesta. También existe la posibilidad de que el cambio en las tarifas propuesto no sea del agrado del operador, quien mantiene su estado contable en pérdidas, y se retire del país, asumiendo las consecuencias legales del caso.

Como se recordará, ganó la Buena Pro para construir, operar y mantener los 13.500 km de fibra óptica que constituyen la . Como operador neutro, no se encarga de llevar el servicio al usuario final, sino solo de transportar los datos desde una capital de provincia a otra. Para llegar al usuario final están las redes regionales, que serán operadas por otras empresas.

La Red Dorsal estuvo lista en el plazo previsto, julio del 2016, pero desde entonces no ha conseguido los clientes para transporte de datos previstos. Azteca no pasa de 30 con un bajo consumo de megas, cuando podría tener cientos. Es como una autopista de lujo con escasos vehículos circulando en ella.

La razón de esta subutilización, según los analistas del sector, es que se ofrece un servicio de alto costo en zonas donde ya existe competencia (entre tres y cinco rivales) con un costo por mega promedio de US$15, con ofertas que incluso llegan a los US$5.

Desde el año pasado que el MTC y Azteca se dieron cuenta de que los cálculos de recuperación de inversión y tráfico previsto estaban errados y empezaron a buscar un cambio en la tarifa, que había sido fijada como estable en US$23. Pidieron a Osiptel una opinión y este les sugirió la tarifa flexible que hoy se ha incluido en la propuesta de Adenda.

Los otros operadores del sector, entre ellos Internexa y Telefónica del Perú, se oponen al cambio en la forma de establecer las tarifas. Ellos establecen que un operador subvencionado por el Estado no puede entrar a competir con tarifa flexible en un mercado que ya existe competencia, porque estaría operando con una ventaja indebida.  

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