“En países como Perú, donde la facturación de L’Oréal crece mucho, la presión por los márgenes es menor”, dice Renato Abramovich, su CEO.
“En países como Perú, donde la facturación de L’Oréal crece mucho, la presión por los márgenes es menor”, dice Renato Abramovich, su CEO.
Leslie Salas Oblitas

Su aún baja penetración en el país, así como lo complejo del mercado cosmético, le ha permitido a tomarse ciertas licencias de innovación, las que han llevado a que el Perú se convierta en su laboratorio de nuevos productos y formatos, asegura su CEO en el mercado local, Renato Abramovich.

En vista de ello, la compañía francesa de cosmética lanzó este año -casi de manera exclusiva- una línea de maquillaje para pieles sensibles (como base, polvos compactos, delineadores de ojos, máscaras de pestañas y otras líneas), bajo el paraguas de La Roche-Posay, marca que participa en la categoría de protectores solares.

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Mientras que, en mayo pasado estrenaron su único stand de L’Oréal Paris, muy parecido a los quioscos de Maybelline en el centro comercial Jockey Plaza. Este es el primero de varios que planea abrir la empresa, y su desarrollo tiene por objetivo reclutar nuevas consumidoras, quienes además de comprar los productos pueden recibir asesoría personalizada de los mismos, dice el ejecutivo. Revela que también están evaluando otros cuatro formatos, los cuales podrían lanzarse este año.

“En el Perú tenemos dos claros desafíos: ser la subsidiaria que lidere el crecimiento en Latinoamérica y ser el centro de pruebas piloto de proyectos nuevos, los cuales una vez probados, y dependiendo de su evolución, puedan replicarse en otros países”, refiere el ejecutivo.

FRENTES DE CRECIMIENTO
En cuanto a su expansión comenta que, precisamente, su apuesta es que este 2019 sea mejor que el año pasado, período en el que crecieron tres veces el PBI y ganaron una posición en el mercado.
Esto es resultado, en parte, de la estrategia comercial aplicada y la adición de las marcas para el cuidado de la piel Skin Ceuticals y CeraVe. Esta última tiene un menor ticket, respecto a los productos de La Roche-Posay, lo cual le está permitiendo ampliar su base de consumidores en los segmentos C, D y E, afirma Renato Abramovich.

“Al igual que en el 2018, la consigna para este año es darle mucho más fuerza a los lanzamientos. Vamos a invertir más en nuevos productos y también en márketing, mejorando nuestra pauta publicitaria para ganar más cuota de mercado y hacernos más visibles. Aún no somos tan conocidos como nos gustaría”, confiesa.

En los primeros meses del 2019, L’Oréal ya ha incorporado nuevos productos a su amplio portafolio de marcas. Así, inició la comercialización de su nueva línea para rostro Skin (parte de Garnier); en productos capilares -que es la categoría más competitiva- hicieron lo propio con sus cremas para peinar Fructis Hair Food de Garnier y en Elvive trajeron la franquicia Dream Long (sueños de pelos largos), tratamiento para el cabello que ha sido muy bien aceptado por los millennials, detalla Abramovich.

Destaca que, de esta manera, han arrancado bien el presente ejercicio, cumpliendo los objetivos de sus cuatro divisiones: productos profesionales (para salones de belleza y estilistas), consumo masivo [que presenta el 50% de sus ventas], lujo (especialmente fragancias) y dermocosmética.

en su división profesional (donde es muy fuerte), seguirá con una estrategia de valorizar la industria; en la división de dermocosmética su marca más democrática (CeraVe) les permitirá ganar más ‘market share’ y en consumo la idea es potenciar la categoría capilar y acelerar la expansión de maquillaje con Maybelline, Vogue, Nyx, y otras líneas.

El ejecutivo explica que, entre más masa crítica, más invertirá el grupo. “Las metas de crecimiento en ventas y rentabilidad siempre están pero en países (como el Perú), donde la facturación aumenta mucho la presión por obtener buenos márgenes de rentabilidad, son menores. Mientras que en otros, donde las operaciones son más maduras, la estrategia es al revés.

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